"Los porros no se mueven solos, Chalé los lideraba. Y éste recibió órdenes de arriba, no sé de quién, pero yo acuso directamente a la alcaldesa Angélica Araujo Lara".
Castilleja Rocha fue entrevistado en una rueda de prensa organizada por el Colegio de Arquitectos para difundir ese testimonio. Relató que el día de los hechos él se encontraba en la glorieta con su esposa, como parte de muchos que protestaban contra el túnel.
"La gente se manifestaba en forma pacífica: unos repartían volantes, otros recababan firmas, otros más ponían cintas blancas en los árboles. Yo vi llegar a uno de los grupos de choque, todos varones, excepto tres mujeres. También constaté el arribo de otro grupo del Ayuntamiento, de unos 25 individuos, entre los que había matarifes a los que conozco, al grado que uno de ellos, al que le dicen 'La Momia', me saludó".
"Cuando empezaron las agresiones hice a un lado a mi esposa e intentamos alejarnos, pero a 6 metros de distancia me vio Herrera Chalé, se acercó y dijo: te vas o te rompemos la ma..."
"No había terminado de preguntar la razón de la amenaza cuando tres agresores empezaron a pegarme en la espalda, la cara y las piernas; mi esposa intervino para defenderme pero fue repelida por dos señoras gordas que le jalaron el pelo y la golpearon".
"Entre los atacantes hubo quienes se compadecieron, me agarraron de la camisa para sacarme mientras me decían: vete de aquí o te romperán la ma..."
Otro testimonio fue el del arquitecto David Sosa Solís, quien también vio llegar al grupo dirigido por Herrera Chalé y los intentos de éste de mezclarse entre la gente para agredir.
"Pero los manifestantes retrocedieron y lo impidieron, de modo que el grupo atacante se reorganizó y a la orden de su jefe se lanzó contra la gente, hombres, mujeres, niños y personas de edad avanzada. Nunca había visto tal nivel de violencia".-Hansel Vargas Aguilar
El ataque estuvo organizado
El arquitecto David Sosa vio cuando uno de los grupos de atacantes se dirigió al tractor al que subieron varios manifestantes. Los vándalos intentaron bajarlos a golpes, patadas y jaloneos; las víctimas sólo gritaban y se cubrían el rostro para defenderse.
Tuve que intervenir
"Uno de los manifestantes fue sujetado por tres individuos mientras otro más lo golpeaba en la cabeza y lo hacía sangrar. Entonces intenté en dos ocasiones subir a la máquina para ayudarlo, pero en ambas me bajaron a puñetazos y jaloneos. Me tiraron al piso, donde recibí patadas y más golpes".
La huída
"Intenté cruzar la valla metálica para protegerme, pero me lo impidieron. Gracias al apoyo de la gente logré salir. Los atacantes no tuvieron piedad, claramente seguían órdenes y nombraban a Ivonne".