Juegos tradicionales yucatecos, parte del plan escolar en zonas rurales

14 septiembre 2015
Noticias de Yucatán



Niños y adolescentes de 500 escuelas indígenas de educación básica y telesecundarias de Yucatán incorporarán la práctica de juegos tradicionales para su activación física, el reforzamiento de sus conocimientos y rescate y preservación de sus tradiciones.
El jefe del Departamento de Educación Física, Niveles Especiales de la secretaría estatal de Educación, Wilberth Jesús Silva Tamayo, destacó en un cable de Notimex que la kimbomba, trompo, tinjoroch, caza venado, chácara (avioncito) y tirahule (resortera) se practican ya en escuelas indígenas de Yucatán.
Explicó que la práctica de estas disciplinas, promovidas para su rescate por el Asociación de juegos y deportes autóctonos y tradicionales de Yucatán, incluye a niños de preescolar, con actividades que practican en su vida cotidiana.
La práctica de los juegos tradicionales también tiene un sentido de aplicación práctica y disciplina que se ve recompensado. Un niño de Yucatán rompió el récord nacional de poner en movimiento al mismo tiempo 13 tinjoroches, por ejemplo.
Los tinjoroches son corcholatas aplanadas y en cuyo centro se hacen dos orificios por los cuales pasa un hilo que se hace girar hasta crear tensión, lo que provoca que con movimientos ligeros se estira y encoge sin dejar de girar.
El funcionario estatal destacó que juegos como el tirahule (resortera) sirven de base al trabajo de las personas que practican el tiro con arco.
Tenemos también el caza venado -que consiste en lanzar con fuerza una pelota y batearla para recorrer tres bases, pero para sacar el out, la pelota debe pegar en el contrario seguido de la frase cazado venado- que también ayuda a quienes practica softball o balón mano.
Esto es posible, porque cuando un niño tira la pelota está calculando fuerza, distancia, dirección; tenemos además el balero que es un excelente juego para el desestrés, así como otros que la velocidad y la técnica de correr los hacen aptos para el atletismo.
En el caso de la kimbomba, la destreza del jugador permitirá pegarle con un palo en el centro y lanzarla lo más lejos posible. El jugador contrario tratará de recibirla.
Cuando el lanzador falla, el que batea de nueva cuenta le podrá pegar sin que el equipo contrario intervenga. La distancia a la que ahora lanzó la kimbomba la medirá según el tamaño de palo, de acertar o de ser aceptada por el contrario, este número se irá sumando.
Este juego, además de exigir destreza para pegarle a la kimbomba y lanzarla lo más lejos posible, también permite al bateador calcular el ángulo de envió para que el contrario no la reciba, así como medir distancias de manera mental, antes de pedir un número determinado de palos.

compartir en facebook compartir en twitter compartir en google+

Visitas

Opinión

Elecciones

Nota Destacada