Noticias de Yucatán
BBC Mundo
Jaxon Taylor, un bebé de apenas 16 de meses, viajaba el pasado 16 de septiembre con su madre y su hermana mayor de 9 años por una carretera del este de Australia, cuando fueron violentamente embestidos por otro auto
Lo siguiente fue caos. Ambulancias, llamadas de emergencia.
Aunque la madre de Jaxon, Rylea, salió ilesa del percance, sus dos hijos habían recibido toda la fuerza del golpe: su hija se quejaba de dolores muy fuertes en su cuerpo y Jaxon no se movía en su silla y lloraba desconsoladamente."Es muy difícil describir lo que sientes cuando tus dos hijos están heridos gravemente y no sabes qué hacer, porque tú también estas mal", dijo Rylea al diario Daily Mail de Australia.
El doctor Geoff Askin fue el encargado de realizar la operación.Cuando llegaron los cuerpos de rescate, los tres fueron trasladados al hospital más cercano en la ciudad de Brisbane.
Allí le dieron un diagnóstico terrible: su hija tenía un sangrado interno y tendrían que amputarle parte del bazo y el más pequeño estaba seriamente herido en la cabeza.
"Me dijeron que su columna se había quebrado", explicó sin poder contener el llanto la madre de Jaxon al canal de noticias Seven News Melbourne.
El impacto había separado el cuello de la cabeza, lo que había causado una "decapitación interna", en la jerga médica, algo a lo que muy pocos sobreviven.
"Incluso si alguien logra superar una decapitación interna, es casi imposible que pueda moverse de nuevo o siquiera respirar", le explicó a los medios el ortopedista Geoff Askin.
Y fue precisamente Askin quien tomó el caso de Jaxon en el hospital de Brisbane y decidió que tal vez este pequeño tenía alguna esperanza.
El hecho ocurrió en una carretera del este de Australia.
"Lo cierto es que era impresionante que la espina dorsal hubiera recibido ese impacto sin romperse. Era un verdadero milagro", añadió.
Volver a creer
Pero no había tiempo que perder. Askin decidió que la mejor manera de reparar la estropeada columna de Jaxon era volver a conectar la cabeza con el cuello.
De acuerdo a varios medios en Australia, la operación duró seis horas en el hospital infantil de Lady Cilento, en Brisbane y los recursos que utilizó el médico para conectar de nuevo las vértebras afectadas fueron un cable y un pedazo de la costilla de Jaxon.
El pequeño estuvo tres días en coma inducido y cuando despertó comenzó a mostrar los efectos positivos de la cirugía: podía caminar, moverse…
Reírse.
La operación de Jaxon duró seis horas y los médicos utilizaron un cable y un pedazo de su costilla para reparar su columna.
Sin embargo, para que los huesos suelden adecuadamente Jaxon debe llevar por algún tiempo una especie de armazón hecho de yeso y plástico, aunque esta semana fue dado de alta del hospital.
"Espero que ellos puedan tener una vida normal, que puedan escoger los deportes que quieren practicar en el futuro", declaró Rylea.
Entretanto, la madre denunció que la gravedad del accidente se debió a la falta de prudencia de varias personas en la carretera.
Según sus denuncias, cuando estaba conduciendo aquel 16 de septiembre, la autopista se llenó de humo por culpa de un vehículo que estaba haciendo "volteretas" y quemando las llantas en la mitad de la vía.
"Lo siguiente fue el impacto. No puedo creer que la vida de mis hijos cambie para siempre por la imprudencia de una persona. Creo que tienen que buscar a los responsables", le dijo al Daily Mail.
BBC Mundo
Jaxon Taylor, un bebé de apenas 16 de meses, viajaba el pasado 16 de septiembre con su madre y su hermana mayor de 9 años por una carretera del este de Australia, cuando fueron violentamente embestidos por otro auto
Lo siguiente fue caos. Ambulancias, llamadas de emergencia.
Aunque la madre de Jaxon, Rylea, salió ilesa del percance, sus dos hijos habían recibido toda la fuerza del golpe: su hija se quejaba de dolores muy fuertes en su cuerpo y Jaxon no se movía en su silla y lloraba desconsoladamente."Es muy difícil describir lo que sientes cuando tus dos hijos están heridos gravemente y no sabes qué hacer, porque tú también estas mal", dijo Rylea al diario Daily Mail de Australia.
El doctor Geoff Askin fue el encargado de realizar la operación.Cuando llegaron los cuerpos de rescate, los tres fueron trasladados al hospital más cercano en la ciudad de Brisbane.
Allí le dieron un diagnóstico terrible: su hija tenía un sangrado interno y tendrían que amputarle parte del bazo y el más pequeño estaba seriamente herido en la cabeza.
"Me dijeron que su columna se había quebrado", explicó sin poder contener el llanto la madre de Jaxon al canal de noticias Seven News Melbourne.
El impacto había separado el cuello de la cabeza, lo que había causado una "decapitación interna", en la jerga médica, algo a lo que muy pocos sobreviven.
"Incluso si alguien logra superar una decapitación interna, es casi imposible que pueda moverse de nuevo o siquiera respirar", le explicó a los medios el ortopedista Geoff Askin.
Y fue precisamente Askin quien tomó el caso de Jaxon en el hospital de Brisbane y decidió que tal vez este pequeño tenía alguna esperanza.
El hecho ocurrió en una carretera del este de Australia.
"Lo cierto es que era impresionante que la espina dorsal hubiera recibido ese impacto sin romperse. Era un verdadero milagro", añadió.
Volver a creer
Pero no había tiempo que perder. Askin decidió que la mejor manera de reparar la estropeada columna de Jaxon era volver a conectar la cabeza con el cuello.
De acuerdo a varios medios en Australia, la operación duró seis horas en el hospital infantil de Lady Cilento, en Brisbane y los recursos que utilizó el médico para conectar de nuevo las vértebras afectadas fueron un cable y un pedazo de la costilla de Jaxon.
El pequeño estuvo tres días en coma inducido y cuando despertó comenzó a mostrar los efectos positivos de la cirugía: podía caminar, moverse…
Reírse.
La operación de Jaxon duró seis horas y los médicos utilizaron un cable y un pedazo de su costilla para reparar su columna.
Sin embargo, para que los huesos suelden adecuadamente Jaxon debe llevar por algún tiempo una especie de armazón hecho de yeso y plástico, aunque esta semana fue dado de alta del hospital.
"Espero que ellos puedan tener una vida normal, que puedan escoger los deportes que quieren practicar en el futuro", declaró Rylea.
Entretanto, la madre denunció que la gravedad del accidente se debió a la falta de prudencia de varias personas en la carretera.
Según sus denuncias, cuando estaba conduciendo aquel 16 de septiembre, la autopista se llenó de humo por culpa de un vehículo que estaba haciendo "volteretas" y quemando las llantas en la mitad de la vía.
"Lo siguiente fue el impacto. No puedo creer que la vida de mis hijos cambie para siempre por la imprudencia de una persona. Creo que tienen que buscar a los responsables", le dijo al Daily Mail.