Noticias de Yucatán
Aunque el Exani II, la prueba del Ceneval que aplica la Uady en su proceso de admisión de nuevos estudiantes, es una tabla rasa que no toma en cuenta los antecedentes de los sustentantes, la universidad, estrictamente con fines estadísticos, registra el promedio con que sus sustentantes concluyeron sus estudios de preparatoria.
De acuerdo con los números de 2014, el 54% de los sustentantes terminó su bachillerato con una calificación de 8.0 a 8.9. Del resto, el 27% estuvo en el rango de 7.0 a 7.9; el 17% estuvo formado por los estudiantes más brillantes, los que promediaron de 9.0 a 10 en la preparatoria, y sólo 2% sacaron menos de 6.9 como media.
Puede parecer raro, pero alrededor del 60% de los alumnos excelentes fue rechazado. Tiene una explicación el maestro Estrada: la mayoría optó por la carrera de Médico Cirujano, en la que presentan más de 2,000, pero solamente hay 190 plazas.
“La admisión depende mucho de la carrera. Hay padres que se quejan: ‘Es que mi hijo terminó la prepa con honores y no pudo entrar’. Les digo que tienen razón, pero su hijo presentó para Medicina y aunque sacó muy buena puntuación, no fue suficiente. Con esa calificación hubiera sido aceptado en cualquier otra carrera”, comenta. “Otros casos de altísimo puntaje son las ingenierías.
“Incluso hay algunas en las que la demanda no es tan grande, pero los aspirantes llegan muy bien preparados y el punto de corte está alrededor de los 1,200 puntos. Entendemos la desesperación de los padres, pero la competencia es cada vez es más fuerte”, añade el director de Desarrollo Académico de la casa de estudios.
Aunque el Exani II, la prueba del Ceneval que aplica la Uady en su proceso de admisión de nuevos estudiantes, es una tabla rasa que no toma en cuenta los antecedentes de los sustentantes, la universidad, estrictamente con fines estadísticos, registra el promedio con que sus sustentantes concluyeron sus estudios de preparatoria.
De acuerdo con los números de 2014, el 54% de los sustentantes terminó su bachillerato con una calificación de 8.0 a 8.9. Del resto, el 27% estuvo en el rango de 7.0 a 7.9; el 17% estuvo formado por los estudiantes más brillantes, los que promediaron de 9.0 a 10 en la preparatoria, y sólo 2% sacaron menos de 6.9 como media.
Puede parecer raro, pero alrededor del 60% de los alumnos excelentes fue rechazado. Tiene una explicación el maestro Estrada: la mayoría optó por la carrera de Médico Cirujano, en la que presentan más de 2,000, pero solamente hay 190 plazas.
“La admisión depende mucho de la carrera. Hay padres que se quejan: ‘Es que mi hijo terminó la prepa con honores y no pudo entrar’. Les digo que tienen razón, pero su hijo presentó para Medicina y aunque sacó muy buena puntuación, no fue suficiente. Con esa calificación hubiera sido aceptado en cualquier otra carrera”, comenta. “Otros casos de altísimo puntaje son las ingenierías.
“Incluso hay algunas en las que la demanda no es tan grande, pero los aspirantes llegan muy bien preparados y el punto de corte está alrededor de los 1,200 puntos. Entendemos la desesperación de los padres, pero la competencia es cada vez es más fuerte”, añade el director de Desarrollo Académico de la casa de estudios.
