Noticias de Yucatán
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La lejanía del puerto de Las Coloradas evita que la sociedad y los ecologistas conozcan en tiempo real la aparición de tortugas carey muertas, las cuales recalan en la playa víctimas de una matanza premeditada.
Esta acción está a cargo de pescadores que usan redes ilegales para la captura de peces, aunque ese artefacto resulta mortal para los quelonios que se acercan a la costa tizimileña con fines de apareamiento.
Hace dos semanas el vacacionista Raúl Padilla, acompañado de su familia, halló una tortuga de gran tamaño muerta en Las Coloradas. Luego regresó un fin de semana para acampar en un lugar conocido como “Cancuncito” y vio otro ejemplar muerto, lo que no le pareció normal.
El vacacionista empezó a indagar y difundir la aparición de tortugas carey muertas. Los propios pescadores relataron que en este año han aparecido 15 cadáveres de esa especie en esa playa. En las pláticas supo que los quelonios se atoran en las redes, aparentemente de arrastre y chinchorros, y mueren ahogados.
Como los pescadores saben que está prohibida la captura de esta especie marina y pueden tener problemas con las autoridades ambientales, abandonan a las tortugas en el mar. La corriente arrastra los cuerpos hasta la playa, donde recalan.
Para borrar las evidencias y evitar brotes de infección por la pudrición, los pobladores las entierran en la arena como si no pasara nada.
Quienes conocen de esta matanza clandestina e ilegal dieron parte a las autoridades que protegen la vida marina y vigilan las aguas nacionales, pero hasta el momento no ha ocurrido nada a favor de las tortugas.
Los pescadores han detectado barcos que no son ribereños y presuntamente usan redes no autorizadas. Éstas son una trampa mortal para las carey que van a las playas de Las Coloradas y Río Lagartos, que son su santuario para la anidación.
La tortuga carey es una especie en crítico peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La lejanía del puerto de Las Coloradas evita que la sociedad y los ecologistas conozcan en tiempo real la aparición de tortugas carey muertas, las cuales recalan en la playa víctimas de una matanza premeditada.
Esta acción está a cargo de pescadores que usan redes ilegales para la captura de peces, aunque ese artefacto resulta mortal para los quelonios que se acercan a la costa tizimileña con fines de apareamiento.
Hace dos semanas el vacacionista Raúl Padilla, acompañado de su familia, halló una tortuga de gran tamaño muerta en Las Coloradas. Luego regresó un fin de semana para acampar en un lugar conocido como “Cancuncito” y vio otro ejemplar muerto, lo que no le pareció normal.
El vacacionista empezó a indagar y difundir la aparición de tortugas carey muertas. Los propios pescadores relataron que en este año han aparecido 15 cadáveres de esa especie en esa playa. En las pláticas supo que los quelonios se atoran en las redes, aparentemente de arrastre y chinchorros, y mueren ahogados.
Como los pescadores saben que está prohibida la captura de esta especie marina y pueden tener problemas con las autoridades ambientales, abandonan a las tortugas en el mar. La corriente arrastra los cuerpos hasta la playa, donde recalan.
Para borrar las evidencias y evitar brotes de infección por la pudrición, los pobladores las entierran en la arena como si no pasara nada.
Quienes conocen de esta matanza clandestina e ilegal dieron parte a las autoridades que protegen la vida marina y vigilan las aguas nacionales, pero hasta el momento no ha ocurrido nada a favor de las tortugas.
Los pescadores han detectado barcos que no son ribereños y presuntamente usan redes no autorizadas. Éstas son una trampa mortal para las carey que van a las playas de Las Coloradas y Río Lagartos, que son su santuario para la anidación.
La tortuga carey es una especie en crítico peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.