La usuaria de redes sociales Mauris F. dio a conocer que en
la localidad de San Pedro Juárez en Tizimín, una persona o personas en calidad
de desconocidas, atacaron a un tucán con un tirahule y lo mataron en el acto.
“Siento tristeza, rabia e impotencia, ver a este preciosa
ave en peligro de extinción, asesinada por persona o personas que no se tientan
el corazón de hacerlo, castigo severo para aquella o aquellas personas que lo
han hecho, esto verdaderamente es imperdonable”, expresó Mauris al dar a
conocer este caso.
Cabe señalar que ahí mismo en Tizimín pero en agosto del
2020, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública detuvieron a Gener C.G., de
52 años, quien llevaba una caja de cartón oculta en su vehículo, por lo que
pensaron que transportaba bebidas embriagantes, pero resultó que era un tucán.
El conductor no contaba con ningún documento que avale su
legal posesión, por lo que se procedió al aseguramiento del animal, así como a
la detención del sujeto, quien fue consignado ante la Fiscalía General del
Estado para declarar ante las autoridades correspondientes.
Asimismo, en mayo del año pasado un trampero de aves de la
comisaría meridana de Dzityá, mató a un famoso tucán del área norte de Mérida,
que era cuidado por los vecinos pues estaba libre y lo veían en los árboles de
la zona.
Los ranfástidos (Ramphastidae), conocidos comúnmente como
tucanes son una familia de aves en la que hay cuarenta y dos especies
diferentes. Se caracterizan por poseer un pico muy desarrollado y de vivos
colores.
Los tucanes se alimentan principalmente de bayas, semillas,
frutos y fruta madura. En ocasiones lo hacen de insectos y otras presas como
pequeñas lagartijas, pichones y huevos de otras aves, sobre todo en época de
reproducción.
Es un animal monógamo y viven en parejas de carácter
permanente. Durante el cortejo, es común que estas aves se entreguen al juego
de intercambiarse palitos y comida, lanzándosela o dándosela con el pico.
Esta especie habita al sureste de México y está considerada
en peligro de extinción, por lo que por ley es protegida por la Procuraduría
Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa).
El artículo 420, fracción IV, del Código Penal Federal
contempla que la venta o compra es un delito que se castiga con pena de uno a
nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días
multa.