El pasado mes de febrero un grupo de 25 de los cerca de 200 turistas rumanos,
no pudieron ingresar al país desde Cancún, por lo que le pidieron a la
Comisión Europea (CE) que le exija a México una explicación por depórtalos
debido a su nacionalidad.
“Hemos solicitado a
las instituciones de la Unión Europea (UE) que alcen la voz contra
la conducta de las autoridades mexicanas”, dijo el abogado del grupo de
turistas rumanos, Eugen Iordachescu.
Según los
turistas les prohibieron entrar a territorio mexicano de manera
informal antes de repatriarlos, debido a que se había emitido una alerta
de viaje sobre la llegada de un persona relacionada con el crimen
organizado rumano.
El abogado comentó
que no pueden culpar a un pueblo entero por un el crimen de un delincuente,
por lo que esto podría ser una gravedad excepcional. Por lo que añadió que
fueron víctimas de un atropello por lo que tienen el derecho de ser protegidos
por la UE
Uno de los turistas
rumanos deportados, Mihai Tapalaga, mencionó que su única culpa de es que
‘éramos rumanos’, por lo denunció no haber recibido ninguna explicación oficial
sobre su deportación, pero señaló haber recibido varias amenazas.
Según Tapalaga las
autoridades mexicanas les confiscaron sus teléfonos móviles y los
mantuvieron hacinados en varios espacios cerrados del aeropuerto, privándoles
de acceso a sus equipajes y exponiéndolos al riesgo de infectarse de
Covid-19.
En aquella ocasión,
un día antes las autoridades mexicanas anunció el bloqueo de 79 cuentas
bancarias que pertenecientes a integrantes de la mafia rumana, el
cual se dedicaban a clonar tarjetas bancarias en Cancún.
Lo ocurrido en el aeropuerto
de Cancún fue calificado de ‘inadmisible’ por el Ministerio de Exteriores
rumano, al que parte de los afectados acusan de ‘pasividad’ e ‘inacción’ en
esta crisis.