Una nueva encuesta del Inegi revela que, contra lo que dicen las autoridades estatales, Yucatán ocupa el lugar número 10 entre los estados del país en cuanto a la percepción de seguridad de los ciudadanos.
El sondeo, efectuado del 2 de agosto al 3 de septiembre de este año, indica también que los yucatecos asocian la creciente percepción de inseguridad en el Estado con factores como la ausencia de vigilancia, la falta de alumbrado público y el desempleo y creen que las causas de la comisión de delitos son la drogadicción y la pobreza.
El 25.1% de los encuestados (323,000 personas mayores de 18 años) declaran que por temor a la inseguridad han dejado de usar joyas; 23% ya no lleva dinero en efectivo y 21.4% ha dejado de salir en la noche.
El vandalismo es un fenómeno que refleja grado de inseguridad que sufren familias como en la San José Tecoh
(1)
El 6.6 por ciento de los yucatecos mayores de 18 años ha declarado haber sido víctima de algún delito en los últimos meses, lo que coloca al Estado en el lugar 10 entre los más seguros del país, no en el primero, como muchos creen, según se desprende de la última Encuesta Nacional sobre Inseguridad del Inegi.
Yucatán bajaría al lugar 15 en seguridad si se toma en cuenta la tasa de delitos ocurridos en el Estado por cada cien mil habitantes, añade la Encuesta.
No obstante estos indicadores, la mayoría de los yucatecos tiene la percepción de vivir en una entidad segura: El 68.2% de los entrevistados cree que Yucatán es un lugar seguro; el 29.7% que es inseguro y el resto no lo sabe. Arriba de Yucatán, sólo está Baja California Sur, donde el 70.1% de los encuestados califica a su estado como una zona segura.
Sin embargo, de acuerdo con la VII Encuesta Nacional sobre Inseguridad (ENSI-2010), en Yucatán pese a la percepción positiva sobre la seguridad pública, el 43 por ciento de los entrevistados cree que los delitos han aumentado en los últimos meses, el 33.2 por ciento piensa que éstos permanecen igual y el 21% que han disminuido.
De todos los entrevistados, apenas el 8.2 por ciento supone que las mejoras que perciben en la seguridad pública se deben a la participación del gobierno del Estado, aunque el 43.8% de ellos admite que las autoridades locales -gobierno estatal, Secretaría de Seguridad Pública, Procuraduría de Justicia, etcétera - tienen "mucho interés" en mejorar la seguridad. El 41%, por el contrario, supone que al gobierno le interesa poco el tema y el 15.1% afirma que nada.
La VII Encuesta Nacional sobre Inseguridad la realizó el Inegi del 2 de agosto al 3 de septiembre de 2010, por iniciativa del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Su objetivo: conocer la percepción sobre la inseguridad, estimar las características del delito, las repercusiones de la criminalidad sobre las víctimas y la relación de éstas con el aparato de justicia.
Hasta antes de la VII ENSI, las seis anteriores habían sido patrocinadas por el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (Icesi), pero diseñadas y aplicadas por el Inegi.
En la VI Encuesta, y sólo en esa ocasión, el Icesi incluyó el "termómetro del delito", un indicador que estandarizó todas las variables de la inseguridad y que ubicó a Yucatán en el primer lugar en seguridad en el país.
Datos duros
En la VII ENSI ya no se presenta ese "termómetro", sólo se dan los datos duros sobre seguridad como éstos: 84,287 personas residentes en Yucatán entre 2009 y 2010, equivalentes al 6.6% de los mayores de 18 años declararon al Inegi haber sido víctimas de algún delito. Esta cifra está por arriba de nueve estados como: Chiapas, 2.9%; Hidalgo, 3.8%; Guerrero, 4.6%; Tlaxcala, 4.7%; Veracruz, 5.1%; Nayarit, 5.6%; Zacatecas, 5.7%; Campeche, 6.3% y Tamaulipas, 6.4%. Yucatán y Querétaro, alcanzaron 6.6%.
En promedio, el número de delitos que sufrió cada una de estas personas en Yucatán es de 1.9, arriba de la media nacional, que es de 1.6.
Si la forma de medir la inseguridad es por la tasa de incidencia de delitos por cada cien mil habitantes, Yucatán se ubicaría en el lugar 15 entre los 32 estados de la República con mayores índices de seguridad. En promedio, en 2010 el total de delitos ocurridos por cada cien mil habitantes ascendió a 8,334, muy por arriba de Colima, 2,398; Guerrero, 3,954; Hidalgo, 3,966 o Tlaxcala, 4,370. En 2008 esa tasa en Yucatán era de 3,234. Un año después se disparó a 8,334, un aumento del 63%.
Soborno de policías
De acuerdo con la Encuesta, los yucatecos asocian la creciente inseguridad en el Estado con la ausencia de vigilancia, la falta de alumbrado público y el desempleo y creen que las causas de la comisión de delitos son la drogadicción y la pobreza.
Todos esto, dice el Inegi, ha hecho que el 25.1% de los encuestados (323,000 personas mayores de 18 años), declaren que por temor a la inseguridad han dejado de usar joyas; 23% ya no lleva dinero en efectivo y 21.4% ha dejado de salir en la noche.
No solo le temen a los delincuentes sino también a la policía. Más de 199,000 yucatecos declararon haber sido sobornados por policías de tránsito; 120,000 más por la Policía Federal Preventiva, 113,905 por las policías municipales y 100,000 por agentes de la Policía Preventiva Estatal.-Hernán Casares Cámara
En contexto:Delitos | Denuncias
En Yucatán aumentan los delitos pero no su denuncia en el Ministerio Público.
Porcentaje
De 169,446 delitos declarados en 2009, apenas se denunciaron 47,487, el 29.2 por ciento.
Investigación
De esas denuncias, 39,961 terminaron en una averiguación previa.
Tiempo
Según la última Encuesta Nacional sobre Inseguridad, en Yucatán el tiempo promedio para poner una denuncia es de 1 a 2 horas.
Asociación
Los yucatecos asocian la creciente inseguridad en el Estado con la ausencia de vigilancia, la falta de alumbrado público y el desempleo y creen que las causas de la comisión de delitos son la drogadicción y la pobreza.
Objetivo
La VII Encuesta Nacional sobre Inseguridad la realizó el Inegi del 2 de agosto al 3 de septiembre de 2010, por iniciativa del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Su objetivo: conocer la percepción sobre la inseguridad.