Noticias de Yucatán
(fraude, corrupción, impunidad, enriquecimiento)
Tema: Exclusivas Central 9
(fraude, corrupción, impunidad, enriquecimiento)
Gente vinculada al gobierno opera con la carne de caballo
Publicada: 22 diciembre 2011
Publicada: 22 diciembre 2011
No es nada raro que los caballos lesionados en accidentes terminen en los mataderos clandestinos (2)
Personas vinculadas con el gobierno asoman detrás de la compra de caballos para su matanza y venta clandestina, en forma de carne "fresca" o procesada.
Un ex diputado, un ex alcalde y un hermano del chofer de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco son protagonistas de primera mano en este negocio que deja grandes ganancias, porque se vende la carne de caballo como si fuera carne de res.
Ayer publicamos, en la primera parte de este reportaje, que uno de los compradores principales de ganado caballar para su matanza y venta es el ganadero Carlos Mario Gamboa, propietario de una empacadora y un obrador que se ubican detrás del rastro de Mérida.
Cerca de esas instalaciones tiene un encierro donde hay continuo movimiento de caballos.
Este mismo ganadero es dueño de un rancho en Buctzotz, en la carretera que conduce a una de las comisarías.
Testimonios recabados por Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, indican que allí también se sacrifican y "benefician" equinos.
En el oriente del Estado se identifica a Gamboa como comprador de los animales que son muertos en las corridas de los pueblos. En el centro del Estado se sabe que "todo va a Conkal", donde hay dos mataderos clandestinos.
Aparte de este ganadero, en el negocio figuran las siguientes personas que también mencionamos en nuestra publicación de ayer:
1) Antonio Aguilar Salomón.- Los caballos que adquiere son sacrificados en un anexo de su domicilio de Conkal, en la calle 21 entre 12 y 14, a escasa distancia del Palacio Municipal.
Su hermano Abdo es chofer de la gobernadora.
La carne que obtiene en la matanza clandestina es trasladada en una camioneta blanca. Los destinos son Mérida y los muelles de Progreso.
2) Luis Pech Cetina.- Fue alcalde de Conkal y realiza la matanza en su rancho ubicado en el camino que conduce a la comisaría de Cantoyna.
Es el proveedor oficial de carne de caballo del Parque del Centenario, al que entrega 180 kilogramos cada tercer día para alimentar a las fieras. La carne excedente es desplazada a compradores de Mérida.
Su esposa, María Elena Ceballos González, es subdirectora administrativa del DIF Yucatán, el segundo cargo en importancia en la estructura de esa dependencia.
En Conkal todos lo identifican como vendedor de carne de caballo desde hace mucho tiempo. Fue alcalde del PRI en el trienio 2001-2004 y en la elección municipal anterior compitió por ese partido su media hermana Gabriela Medina.
3) José María Fernández Medina.- Es, como indicamos ayer, propietario de la empresa Carnes y Comidas Meridanas, que tiene un convenio con el gobierno del Estado, desde el principio del mandato de Ivonne Ortega, para abastecer al sector salud.
Su empresa fue creada a fines de 2007, exclusivamente para ser proveedora oficial. Su primer local estuvo en la calle 41 número 512 entre 34 y 36 del fraccionamiento Juan Pablo II, sector Magisterio, y de allí se trasladó a su actual sede, en la calle 61 número 307 entre 52 y 54 del fraccionamiento Francisco de Montejo.
Se encarga de surtir carne y otros alimentos a hospitales como el O'Horán, el Psiquiátrico y el Corea-México, así como a guarderías y Cendis del Isstey.
Personas que tuvieron relaciones con esa empresa aseguran que Fernández Medina es cliente de Carlos Mario Gamboa y de Luis Pech.
Truco del papel
De acuerdo con nuestros informantes, para consumar el fraude al cliente se envuelve la carne de caballo en papel estraza, usado generalmente para envolver pan, a fin de que pierda el "komó" (olor desagradable). Se utiliza también benzoato de sodio.
Se llega al extremo de hacer "cortes finos", aunque es más común la carne molida, para hamburguesa, porque así es más difícil notar la diferencia.
Para desplazar la carne sin mayores problemas se procede a "tripularla" con auténtica carne de res.
La delegación de la Sagarpa admite que en México hay carnicerías que recurren al camuflaje para hacer pasar la carne de caballo como si fuera de res.
Altas ganancias
Las ganancias son considerables. Los datos recabados indican que hay tablajeros yucatecos que compran la carne a los distribuidores a $30 ó $35 el kilogramo y la venden al público a $65, ya mezclada con res.
En ese caso la ganancia por kilogramo es hasta de $35. En cambio, en el rastro meridano compran a $55 para vender a $65, lo cual sólo les genera $10 de utilidades por kilo.
En otros lugares de esta misma página abordamos más aspectos relacionados con este negocio que se practica en la absoluta clandestinidad.
Un ex diputado, un ex alcalde y un hermano del chofer de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco son protagonistas de primera mano en este negocio que deja grandes ganancias, porque se vende la carne de caballo como si fuera carne de res.
Ayer publicamos, en la primera parte de este reportaje, que uno de los compradores principales de ganado caballar para su matanza y venta es el ganadero Carlos Mario Gamboa, propietario de una empacadora y un obrador que se ubican detrás del rastro de Mérida.
Cerca de esas instalaciones tiene un encierro donde hay continuo movimiento de caballos.
Este mismo ganadero es dueño de un rancho en Buctzotz, en la carretera que conduce a una de las comisarías.
Testimonios recabados por Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, indican que allí también se sacrifican y "benefician" equinos.
En el oriente del Estado se identifica a Gamboa como comprador de los animales que son muertos en las corridas de los pueblos. En el centro del Estado se sabe que "todo va a Conkal", donde hay dos mataderos clandestinos.
Aparte de este ganadero, en el negocio figuran las siguientes personas que también mencionamos en nuestra publicación de ayer:
1) Antonio Aguilar Salomón.- Los caballos que adquiere son sacrificados en un anexo de su domicilio de Conkal, en la calle 21 entre 12 y 14, a escasa distancia del Palacio Municipal.
Su hermano Abdo es chofer de la gobernadora.
La carne que obtiene en la matanza clandestina es trasladada en una camioneta blanca. Los destinos son Mérida y los muelles de Progreso.
2) Luis Pech Cetina.- Fue alcalde de Conkal y realiza la matanza en su rancho ubicado en el camino que conduce a la comisaría de Cantoyna.
Es el proveedor oficial de carne de caballo del Parque del Centenario, al que entrega 180 kilogramos cada tercer día para alimentar a las fieras. La carne excedente es desplazada a compradores de Mérida.
Su esposa, María Elena Ceballos González, es subdirectora administrativa del DIF Yucatán, el segundo cargo en importancia en la estructura de esa dependencia.
En Conkal todos lo identifican como vendedor de carne de caballo desde hace mucho tiempo. Fue alcalde del PRI en el trienio 2001-2004 y en la elección municipal anterior compitió por ese partido su media hermana Gabriela Medina.
3) José María Fernández Medina.- Es, como indicamos ayer, propietario de la empresa Carnes y Comidas Meridanas, que tiene un convenio con el gobierno del Estado, desde el principio del mandato de Ivonne Ortega, para abastecer al sector salud.
Su empresa fue creada a fines de 2007, exclusivamente para ser proveedora oficial. Su primer local estuvo en la calle 41 número 512 entre 34 y 36 del fraccionamiento Juan Pablo II, sector Magisterio, y de allí se trasladó a su actual sede, en la calle 61 número 307 entre 52 y 54 del fraccionamiento Francisco de Montejo.
Se encarga de surtir carne y otros alimentos a hospitales como el O'Horán, el Psiquiátrico y el Corea-México, así como a guarderías y Cendis del Isstey.
Personas que tuvieron relaciones con esa empresa aseguran que Fernández Medina es cliente de Carlos Mario Gamboa y de Luis Pech.
Truco del papel
De acuerdo con nuestros informantes, para consumar el fraude al cliente se envuelve la carne de caballo en papel estraza, usado generalmente para envolver pan, a fin de que pierda el "komó" (olor desagradable). Se utiliza también benzoato de sodio.
Se llega al extremo de hacer "cortes finos", aunque es más común la carne molida, para hamburguesa, porque así es más difícil notar la diferencia.
Para desplazar la carne sin mayores problemas se procede a "tripularla" con auténtica carne de res.
La delegación de la Sagarpa admite que en México hay carnicerías que recurren al camuflaje para hacer pasar la carne de caballo como si fuera de res.
Altas ganancias
Las ganancias son considerables. Los datos recabados indican que hay tablajeros yucatecos que compran la carne a los distribuidores a $30 ó $35 el kilogramo y la venden al público a $65, ya mezclada con res.
En ese caso la ganancia por kilogramo es hasta de $35. En cambio, en el rastro meridano compran a $55 para vender a $65, lo cual sólo les genera $10 de utilidades por kilo.
En otros lugares de esta misma página abordamos más aspectos relacionados con este negocio que se practica en la absoluta clandestinidad.
Deslinde en el San Benito
La carne de caballo se vende afuera, no aquí, dice un líder
Publicada: 22 diciembre 2011
La carne de caballo se vende afuera, no aquí, dice un líder
Publicada: 22 diciembre 2011
Un expendio de carne en el mercado San Benito. El producto, de acuerdo con los tablajeros, sale del rastroEl caballo, muy útil en el campo yucateco. La escena es de Tahdziú (2)
Jairo Quintal Larroche, presidente de la Alianza de Abastecedores y Tablajeros del Estado de Yucatán, A.C., deslinda a los expendedores del mercado San Benito de la venta ilegal de carne de caballo.
"Hay lugares donde te venden carne de caballo y te dicen que se trata de res", reconoce el dirigente durante una entrevista. "Sin embargo, eso no ocurre en el mercado San Benito, sino en locales de afuera".
Ayer publicamos que el dirigente admitió que hay carnicerías que cometen fraude al vender carne de equino como si fuera de res.
Al ampliar sus opiniones sobre ese comercio clandestino subraya: "Sí hemos tenido conocimiento de eso, pero en realidad no está en nuestras manos (atenderlo). Es un producto clandestino y aquí no lo manejamos".
Cuando se le pregunta sobre los principales perjuicios de esa actividad ilegal, Quintal Larroche señala que no hay control del caballo que se mata y, por tanto, hay peligro de enfermedades.
"Un caballo flaco podría padecer tuberculosis", añade. "No está en nuestras manos detectarlo porque se le mata de manera clandestina".
También reitera que en los expendios del mercado San Benito hay un control estricto: "Todo el producto que vendemos viene del rastro municipal".
En otros países es común el consumo humano de carne de equino, que, según los expertos, tiene más proteína incluso que la de res. La diferencia es que en esos lugares sí hay control sanitario.- A.N.E.
"Hay lugares donde te venden carne de caballo y te dicen que se trata de res", reconoce el dirigente durante una entrevista. "Sin embargo, eso no ocurre en el mercado San Benito, sino en locales de afuera".
Ayer publicamos que el dirigente admitió que hay carnicerías que cometen fraude al vender carne de equino como si fuera de res.
Al ampliar sus opiniones sobre ese comercio clandestino subraya: "Sí hemos tenido conocimiento de eso, pero en realidad no está en nuestras manos (atenderlo). Es un producto clandestino y aquí no lo manejamos".
Cuando se le pregunta sobre los principales perjuicios de esa actividad ilegal, Quintal Larroche señala que no hay control del caballo que se mata y, por tanto, hay peligro de enfermedades.
"Un caballo flaco podría padecer tuberculosis", añade. "No está en nuestras manos detectarlo porque se le mata de manera clandestina".
También reitera que en los expendios del mercado San Benito hay un control estricto: "Todo el producto que vendemos viene del rastro municipal".
En otros países es común el consumo humano de carne de equino, que, según los expertos, tiene más proteína incluso que la de res. La diferencia es que en esos lugares sí hay control sanitario.- A.N.E.
Tema: Exclusivas Central 9
En contexto:
El caballo | Datos cortos
Antecedentes
El caballo es un animal doméstico utilizado desde hace siglos en el trabajo rudo, principalmente el transporte y las tareas del campo de varias culturas.
Consumo humano
Aunque hay algunas diferencias en los datos históricos, se cree que su carne ya era consumida por los bárbaros y algunos pueblos nómadas de la Edad Media.
Distintos fines
Los alemanes la comían en ceremonias en honor del dios Odín, para celebrar la valentía y el orgullo. Por considerarla liturgia pagana, el Vaticano la prohibió en el siglo VIII.
Se extiende
En el siglo XIX se amplió su consumo en algunos países y llegó a las carnicerías legalmente establecidas. En México nunca hubo aceptación oficial de esa carne.
Dato histórico
Según relatos históricos, el farmacéutico y el cirujano de Napoleón eran firmes defensores de su consumo. Alegaban que esa carne podía salvar vidas.
Antecedentes
El caballo es un animal doméstico utilizado desde hace siglos en el trabajo rudo, principalmente el transporte y las tareas del campo de varias culturas.
Consumo humano
Aunque hay algunas diferencias en los datos históricos, se cree que su carne ya era consumida por los bárbaros y algunos pueblos nómadas de la Edad Media.
Distintos fines
Los alemanes la comían en ceremonias en honor del dios Odín, para celebrar la valentía y el orgullo. Por considerarla liturgia pagana, el Vaticano la prohibió en el siglo VIII.
Se extiende
En el siglo XIX se amplió su consumo en algunos países y llegó a las carnicerías legalmente establecidas. En México nunca hubo aceptación oficial de esa carne.
Dato histórico
Según relatos históricos, el farmacéutico y el cirujano de Napoleón eran firmes defensores de su consumo. Alegaban que esa carne podía salvar vidas.