El ingeniero Pedro Torrez López (de camisa gris) es empujado y golpeado por integrantes de un grupo de choque, ayer en Montejo
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"Cuando empezó la agresión, los gamberros se fueron encima de la gente, los tiraban al suelo y los pateaban entre 10 ó 15 al mismo tiempo..., fue terrible", relata Juan Francisco Peón Molina, otro de los ciudadanos lesionados en la golpiza del lunes.
"Me tocó ver a una mujer gorda con tatuajes en el brazo que aporreaba en el adoquín a una señora de avanzada edad, a una muchachita que no pasaba de los 16 años que era pateada en el suelo, pero lo más impresionante fue la agresión contra José Erique Gutiérrez López; no había visto un acto de violencia en mi vida que se pareciera a los que presenciamos", advierte el empresario, quien resultó con una costilla rota y contusiones.
Peón Molina fue uno de los que auxiliaron y rescataron al cónsul Gutiérrez López.
"Contra todo lo que se diga, fue una manifestación pacífica y apartidista, es importante subrayarlo. Había algunos panistas, pero no llegaban ni al 1% y no eran los que dirigían el movimiento, sino vecinos y muchachitas que llevaban semanas en la glorieta", afirma.
"Todo sucedió ante los ojos de la policía, pedimos muchas veces que viniesen ambulancias, pero no permitieron que entraran. Al final, ya eran tantos los agresores, como 150, que los manifestantes tuvieron que arrancar a correr...
"Es imprescindible que la sociedad yucateca y meridana en particular se decida a no permitir que por ningún motivo esto quede impune. Este movimiento ciudadano debe continuar.
"Responsablizo a la gobernadora y a la alcaldesa por los disturbios y por la falta de protección a los ciudadanos, porque aún estando la policía, ésta no hizo nada. Y las responbilizo también de lo que me pueda pasar a mí y a mi familia", subraya Peón Molina.
