Publicada: 5 agosto 2011
(1)"Se salvaron de 40 años de cárcel", expresó un litigante cuando escuchó que el Juzgado 8o. Penal absolvió por falta de pruebas a tres acusados de un homicidio.
Los hechos ocurrieron en 2008 en la llamada "Casa Embrujada", ubicada a un costado del camino entre Cholul y Sitpach.
En ese sitio fue encontrado sin vida José Francisco Canché Canul, a quien ultimaron de varios disparos con arma de fuego, luego de ser agredido con puños y otros objetos.
Los hechos fueron en octubre de 2008 y la policía detuvo a Pablo Inés Duarte Talavera y al hijo de éste, Pablo Inés Duarte Euán; Francisco Montero Pacheco y Víctor Pech Couoh. El último falleció en el Cereso por una enfermedad y, por lo tanto, el juicio en su contra terminó.
Siguió el juicio contra los otros detenidos, quienes ayer escucharon incrédulos que los hayan absuelto.
"No sé si pueda firmar, no sé si deba, primero le pregunto a mi abogado", dijo Montero Pacheco, cuando un actuario le informó de la resolución del juez Luis Mugarte Guerrero.
"Firma, firma, se salvaron de 40 años de cárcel", dijo casi a gritos un litigante.
En esos momentos llegó el defensor José Luis Yates Dorantes, quien dijo a su cliente que firme y espere "unos minutos" para que sea liberado.
El litigante informó que las bases para la absolución fueron la ausencia de un dictamen en Criminalística, además de que un estudio de Balística indica que el arma de Montero Pacheco no es la misma que disparó contra Canché Canul.
"La bala tiene distintas marcas, no es la misma", expresó.
La Procuraduría de Justicia, ahora Fiscalía General, sostuvo que los detenidos ultimaron al occiso por "viejas rencillas".
Aportó pruebas que hizo que sean sometidos a juicio, lo que llegó a su fin con la sentencia absolutoria.
La sentencia puede ser apelada y, de confirmarse, quienes mataron no tendrán castigo por falta de pruebas.- Rudesindo Ferráez Garcí
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