Noticias de Yucatán
Charla informativa, el 24 y 25 próximos, del grupo Jugadores Anónimos
Ludopatía, definida como la inclinación patológica a los juegos de azar. La ludopatía consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional.
Esta adicción afecta la vida diaria de la persona, de tal forma que la familia, la alimentación o incluso el sexo pasa a ser algo totalmente secundario.
Son muchas los síntomas que hacen que el padecimiento del ludópata sea un auténtico calvario.
Preocupación. El ludópata vive permanentemente preocupado por el juego.
Mayores apuestas. El ludópata requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.
Irritabilidad. Cada vez que intenta reducir o dejar el juego sufre de irritabilidad.
Alivio falso. El juego representa un forma de evadir otros problemas, sin darse cuenta que el más grave es el jugar.
Desesperación. El ludópata siempre intenta recuperar lo que perdió en el juego con más juego, ocurriendo lo contrario: sigue perdiendo más y más.
Mentiras. El jugador compulsivo intenta ocultar lo que gasta para jugar y miente a su familia, amigos e incluso a sus terapeutas.
Desesperanza. La persona se siente perdida porque intenta sin éxito reducir o dejar el juego.
Transgresor de la ley. El ludópata llega a violar diversas leyes para obtener dinero y tratar de recuperar lo perdido.
Pérdida de relaciones personales. Sin darse cuenta, el enfermo sigue jugando a pesar de que esto suponga arriesgar o perder una relación, empleo o cualquier otra oportunidad significativa.
Endeudamiento. El jugador empedernido recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera.
Soluciones desesperadas
A medida que se acumulan las deudas los afectados pueden recurrir a "soluciones" desesperadas para conseguir dinero para "recuperar" a través del juego, como pequeños o grandes hurtos, o pedir nuevos créditos para tapar las deudas más difíciles de ocultar.
Hay quienes, sin control alguno, han perdido, con sus apuestas, sus propiedades como casa o vehículos, y peor aún han jugado como apuesta a sus propias esposas y mujeres.
Una de las salidas más fáciles es la empeñar todo lo que se tenga a la mano, como recientemente lo publica un medio local, en el sentido que comienzan a surgir casas de empeño dentro o cerca de los casinos como una forma de medrar con una enfermedad del prójimo.
Como consecuencia de la enfermedad y de todo lo que eso conlleva, el afectado llega a vivir con depresión, ansiedad, ataques cardíacos (consecuencia del estrés), y cuando los problemas acumulados son tan grades ha habido casos de quienes han llegado a suicidarse por desesperación y ante la falta de un tratamiento oportuno.
Invitación a dar el primer paso
Si eres ludópata, te sientes desesperado y no sabes cómo dejar de jugar, el Grupo Vuelve a Vivir de Jugadores Anónimos de Mérida te ofrece ayuda.
El jueves 24 y viernes 25 próximos habrá una plática de información, a partir de las 8 de la noche en el anexo de la Iglesia María Inmaculada, San Juanistas, Campestre. Al término de la charla los asistentes degustarán un pequeño refrigerio.
Para mayor información, los interesados pueden comunicarse al 9995 75 66 04
Charla informativa, el 24 y 25 próximos, del grupo Jugadores Anónimos
Ludopatía, definida como la inclinación patológica a los juegos de azar. La ludopatía consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional.
Esta adicción afecta la vida diaria de la persona, de tal forma que la familia, la alimentación o incluso el sexo pasa a ser algo totalmente secundario.
Son muchas los síntomas que hacen que el padecimiento del ludópata sea un auténtico calvario.
Preocupación. El ludópata vive permanentemente preocupado por el juego.
Mayores apuestas. El ludópata requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.
Irritabilidad. Cada vez que intenta reducir o dejar el juego sufre de irritabilidad.
Alivio falso. El juego representa un forma de evadir otros problemas, sin darse cuenta que el más grave es el jugar.
Desesperación. El ludópata siempre intenta recuperar lo que perdió en el juego con más juego, ocurriendo lo contrario: sigue perdiendo más y más.
Mentiras. El jugador compulsivo intenta ocultar lo que gasta para jugar y miente a su familia, amigos e incluso a sus terapeutas.
Desesperanza. La persona se siente perdida porque intenta sin éxito reducir o dejar el juego.
Transgresor de la ley. El ludópata llega a violar diversas leyes para obtener dinero y tratar de recuperar lo perdido.
Pérdida de relaciones personales. Sin darse cuenta, el enfermo sigue jugando a pesar de que esto suponga arriesgar o perder una relación, empleo o cualquier otra oportunidad significativa.
Endeudamiento. El jugador empedernido recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera.
Soluciones desesperadas
A medida que se acumulan las deudas los afectados pueden recurrir a "soluciones" desesperadas para conseguir dinero para "recuperar" a través del juego, como pequeños o grandes hurtos, o pedir nuevos créditos para tapar las deudas más difíciles de ocultar.
Hay quienes, sin control alguno, han perdido, con sus apuestas, sus propiedades como casa o vehículos, y peor aún han jugado como apuesta a sus propias esposas y mujeres.
Una de las salidas más fáciles es la empeñar todo lo que se tenga a la mano, como recientemente lo publica un medio local, en el sentido que comienzan a surgir casas de empeño dentro o cerca de los casinos como una forma de medrar con una enfermedad del prójimo.
Como consecuencia de la enfermedad y de todo lo que eso conlleva, el afectado llega a vivir con depresión, ansiedad, ataques cardíacos (consecuencia del estrés), y cuando los problemas acumulados son tan grades ha habido casos de quienes han llegado a suicidarse por desesperación y ante la falta de un tratamiento oportuno.
Invitación a dar el primer paso
Si eres ludópata, te sientes desesperado y no sabes cómo dejar de jugar, el Grupo Vuelve a Vivir de Jugadores Anónimos de Mérida te ofrece ayuda.
El jueves 24 y viernes 25 próximos habrá una plática de información, a partir de las 8 de la noche en el anexo de la Iglesia María Inmaculada, San Juanistas, Campestre. Al término de la charla los asistentes degustarán un pequeño refrigerio.
Para mayor información, los interesados pueden comunicarse al 9995 75 66 04
