La liberación del precio de las gasolinas y sus consecuencias

28 septiembre 2015
Noticias de Yucatán


La liberalización del mercado de la gasolina en México, a partir de 2016, no se traducirá en los primeros años, al menos en Yucatán, en una disminución significativa del precio, sino, cuando mucho, en una mejor calidad del combustible y en el servicio de las gasolineras, coinciden analistas del tema, consultados por el Diario.

Saúl Karakosky, subdirector del Centro Interdisciplinario de Estudios y Proyectos, A.C., especialista en temas de energía, entrevistado en la ciudad de México, dice que de aprobarse la iniciativa de Ley de Egresos de la Federación, presentada recientemente por el presidente a la Cámara de Diputados, el precio máximo de la gasolina en el país, a partir del próximo año, subirá o bajará de acuerdo con los precios mundiales del petróleo

—Esta liberalización de los precios —explica— estaba prevista para 2018, de acuerdo con la reforma energética, pero el gobierno decidió adelantarla dos años.

—No sólo eso, de acuerdo con la misma iniciativa, a partir del próximo año el gobierno federal podrá otorgar permisos a terceros para el expendio al público de combustibles y también permisos para la libre importación de gasolinas y diésel, a fin de que los precios se determinen enteramente bajo condiciones de mercado.

Sin impacto en el precio

La inminente liberalización del mercado de las gasolinas en México ocasionará, en el mejor de los casos, una mejoría en la calidad del combustible y en la atención al público, pero probablemente al principio no impactará el nivel de los precios, por lo menos en Yucatán, dicen analistas consultados, como informamos en la primera página de esta sección.

El investigador del Centro de Investigación y Docencia, Carlos Elizondo Máyer Serra, en la conferencia que pronunció en el VI Foro Económico Empresarial del IMEF, celebrado el martes en esta ciudad, explicó que si se aprueba esta iniciativa el precio de las gasolinas en el país se formaría con los siguientes factores: el precio internacional del petróleo, los costos de producción y distribución, la oferta y demanda de combustible por regiones y el impuesto federal.

Impuesto

—El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, al presentar el paquete fiscal para el próximo año —recordó el investigador— dijo que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, que se aplica a los hidrocarburos, ahora será fijo y no variable, como antes, pero el funcionario no explicó el monto de ese impuesto ni el mecanismo para fijarlo.

—No quiero imaginarme qué pasará con ese arancel cuando el partido en el gobierno no tenga la mayoría en la cámara.

Para otro analista, estas nuevas condiciones del mercado de la gasolina no impactarán necesariamente en el nivel de precios de los combustibles en la península de Yucatán, por lo menos a corto plazo.

Transporte

Según Alfredo Álvarez Laparte, líder del Sector Energético para México y Centroamérica de la consultora Ernest and Young, ponente también en el foro del IMEF, todas las gasolinas en Yucatán provienen de la terminal de almacenamiento de Pemex en Minatitlán, y llegan por barco a Progreso, porque en la zona, como en el resto del país, no hay oleoductos.

—Si un gasolinero local decide, al amparo de la liberalización del mercado, sustituir a Pemex como proveedor y traer el combustible de Estados Unidos, el transporte sería también por barco, desde Galveston a Progreso, por ejemplo, porque no hay otro modo de hacerlo, pero el costo del transporte será el mismo y eso no mejorará el precio de la gasolina al consumidor.

—Si la gasolinera se ubica cerca de la frontera con Estados Unidos, entonces sí impactaría el precio final, pero no es el caso de Yucatán.

Infraestructura

En este sentido, afirma el especialista Saúl Karakosky, Pemex tendrá más ventajas sobre las empresas extranjeras que deseen incursionar en el mercado nacional por su infraestructura de distribución, compuesta de 77 terminales de almacenamiento y una red de reparto en todo el país, que aun así es insuficiente para garantizar el suministro de los combustibles. La capacidad de almacenamiento de Pemex es de cinco días aproximadamente, dice.

Red de ductos

Mientras no cambie esta estructura de distribución, difícilmente bajará el precio de la gasolina, por lo menos en la Península de Yucatán, indica Álvarez Laparte y para cambiar esta estructura, agrega, será necesario construir una extensa red de ductos y de terminales de almacenamiento.

—La reforma energética permite la inversión extranjera en esos rubros —dice—, lo que no se podía antes, pero las inversiones son tan cuantiosas que necesariamente influirán en el precio final de la gasolina.


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