Noticias de Yucatán
Al presentar su Tercer Informe de Gobierno [septiembre 2, 2015], el presidente Enrique
Peña Nieto reconoció el potencial escenario de crisis económica global y se
comprometió a “no aumentar impuestos ni endeudar al país”, asegurando que el
primero en “apretarse el cinturón, gastar menos y gastar mejor” sería el propio
gobierno.
Paradójicamente, esta misma
semana la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reveló que “la deuda interna del Gobierno federal
subió 230 mil 360 millones de pesos durante el primer semestre del año, en
comparación con el mismo periodo de 2014”.
Así lo expuso Luis Videgaray,
titular de dicha secretaría, ante la Comisión Permanente del Congreso de la
Unión, precisando que “el saldo de la deuda interna neta del Gobierno federal,
al cierre del segundo trimestre de 2015, ascendió a 4 billones 554 mil 481.5
millones de pesos”.
A su vez, Luis Foncerrada
Pascal, director del Centro de Estudios Económicos de Sector Privado,
identifica otras contradicciones en el discurso del presidente Peña Nieto, por
ejemplo el hecho de que las “10 Medidas para Nuevos Desafíos” que destacó en su presentación, incluya
“instrumentos financieros que de hecho son deuda”.
Algunos de ello serían,
explica Foncerrada Pascal, “la emisión de bonos de infraestructura educativa en
la Bolsa Mexicana de Valores, el fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces,
conocido como Fibra E, certificados de Proyectos de Inversión e incrementar el
modelo de Asociaciones Público Privadas o APPs para fortalecer el crecimiento
económico”.
Por su parte, James Salazar,
analista económico de CI Banco, hace notar que, de acuerdo con el plan del
presidente para los próximos tres años, al menos en el rubro educativo “los
requerimientos del Gobierno para el plan de infraestructura no saldrán del
presupuesto anual, por lo que se emitirá deuda a través de la Bolsa Mexicana de
Valores”.
O sea, explica, “no deja de
ser deuda, y la intención de hacerlo a través del mercado de valores es porque
probablemente pueda costarles un poco menos”.
En el Congreso, por otra
parte, la crítica vino desde la bancada panista, en voz de Marko Cortés,
coordinador parlamentario, para quien el decálogo del presidente “es una forma de
cubrir una deuda pública. La emisión de bonos es deuda y nosotros hemos dicho
que ya no puede generarse más deuda en el país”.
Asimismo, exhortó a que se
envíe al Congreso “una ley de ingresos base cero, donde podamos analizar cada
impuesto, su impacto en beneficio de la recaudación, pero también el impacto en
la economía de los mexicanos”.
El senador Daniel Ávila Ruiz,
a su vez, coincidió que “en tres años de Peña Nieto la deuda se ha disparado”,
e invitó a reflexionar a los ciudadanos el hecho de que hoy “cada uno de los
120 millones de mexicanos debemos 70,000 pesos”. Y se pronunció también por “No
más deuda”. Sitio del Sen. Daniel Avila Ruiz.
Foto: mexicoinstitute.files.wordpress.com