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Pese a las campañas para combatir la propagación del mosco transmisor de los virus del dengue y del chikungunya, en el Cementerio General de Mérida existe un verdadero riesgo para los habitantes de la zona.
En un recorrido por el camposanto se observó que en los maceteros y floreros que los deudos dejan para su difuntos hay agua acumulada de varios días, pequeños charcos (herencia de las lluvias) y otros recipientes (cubetas o botellas) con agua.
Se averiguó que dos empleados del cementerio presentan síntomas de dengue. Por su parte, personal de las oficinas administrativas no supo decir si se ha fumigado o realizado alguna medida preventiva en el sitio.
Residentes del suburbio aseguran que hay decenas de personas enfermas con dengue o chikungunya debido a esa situación en el camposanto. Piden se tomen las medidas para evitar que más gente enferme.
Varias vecinos le indicaron al reportero que sólo en el tramo que va de La Ermita al panteón Florido (en la calle 66), hay varios habitantes que están enfermos con síntomas de ambos males.
“Cuando vengo a visitar la tumba de mi madre, he visto muchos charcos que se han acumulado por la lluvia y hay varios mosquitos”, indicó el señor Joel Martínez Gutiérrez. Consideró que estaría bien que se fumigue el lugar y que se tomen las medidas necesarias para evitar que se reproduzcan los mosquitos, por el bien tanto de las personas que trabajan en el cementerio como para los visitantes en general.
Por su parte, la señora Carolina Marrufo Echeverría dijo que al estar rodeado de maleza y albergar macetas, floreros y estructuras de los mausoleos donde se acumula el agua, el lugar representa un peligro porque esos recipientes pueden ser criaderos de mosquitos. “Es necesario que se haga algo al respecto”, advirtió. “Resulta peligroso para nosotros venir a visitar a nuestros seres queridos, ya que corremos el riesgo de que nos piquen los moscos y que (éstos) sean los que tienen el virus del dengue o de chikungunya”.
Asimismo, floristas que ofrecen su producto dentro del cementerio opinan que se deben tomar acción al respecto, como fumigar el sitio de manera periódica.
Vecinos aseguran que varias personas de los alrededores han contraído estas enfermedades por la cercanía del cementerio.
“Por la cuadra he escuchado de un par de casos de personas que han presentado los síntomas: dolor en sus músculos, fiebre y que le salen ronchas en alguna parte de su cuerpo”, comentó una vecina.
Opinó que las autoridades deben tomar en cuenta lo anterior para que el lugar no se convierta en un foco de infección que pueda pasar a mayores. “Me da miedo que los que vivimos cerca nos enfermemos”, indicó.
