Noticias de Yucatán
(Infobae). David Joyner usó el disfraz del dinosaurio Barney desde 1991 hasta 2001. Pero el hombre detrás del icónico personaje infantil cambió completamente su vida: dejó el mundo del entretenimiento y ahora se dedica al negocio del sexo tántrico.
Desde 2004 está al frente de un establecimiento llamado Tantra Harmony. Según contó en una entrevista con Vice, cobra por una clase 350 dólares, y cada sesión dura entre 3 y 4 horas e incluye un baño ritual, balance de chakras, masajes y también sexo.
Sólo ofrece su servicio a mujeres y asegura tener cerca de 30 clientas habituales.
“El verdadero espíritu de una mujer que permanece dentro debe tomar su merecido lugar y brillar para que todos lo vean. Esa es mi meta, mi misión”, expresó Joyner al citado medio.
También develó que existe una conexión directa entre su actual trabajo y su etapa como el famoso dinosaurio morado. “Antes de ponerme el disfraz, le rezaba a Dios y le pedía que me dejara su amoroso espíritu divino para fluir a través de mí, a través del disfraz, y dejar que eso atrajera a los niños (…) Los niños están más conectados espiritualmente que los adultos”, afirmó.
Joyner, de 54 años, no registra ninguna queja en su contra ni denuncias ante las autoridades. Es más, algunas de sus clientas, a las que él llama “diosas”, relataron sus experiencias a Vice y señalaron que sus sesiones son un “despertar espiritual”.
(Infobae). David Joyner usó el disfraz del dinosaurio Barney desde 1991 hasta 2001. Pero el hombre detrás del icónico personaje infantil cambió completamente su vida: dejó el mundo del entretenimiento y ahora se dedica al negocio del sexo tántrico.
Desde 2004 está al frente de un establecimiento llamado Tantra Harmony. Según contó en una entrevista con Vice, cobra por una clase 350 dólares, y cada sesión dura entre 3 y 4 horas e incluye un baño ritual, balance de chakras, masajes y también sexo.
Sólo ofrece su servicio a mujeres y asegura tener cerca de 30 clientas habituales.
“El verdadero espíritu de una mujer que permanece dentro debe tomar su merecido lugar y brillar para que todos lo vean. Esa es mi meta, mi misión”, expresó Joyner al citado medio.
También develó que existe una conexión directa entre su actual trabajo y su etapa como el famoso dinosaurio morado. “Antes de ponerme el disfraz, le rezaba a Dios y le pedía que me dejara su amoroso espíritu divino para fluir a través de mí, a través del disfraz, y dejar que eso atrajera a los niños (…) Los niños están más conectados espiritualmente que los adultos”, afirmó.
Joyner, de 54 años, no registra ninguna queja en su contra ni denuncias ante las autoridades. Es más, algunas de sus clientas, a las que él llama “diosas”, relataron sus experiencias a Vice y señalaron que sus sesiones son un “despertar espiritual”.
