Chichen Itzá, una ciudad milenaria, con una vida subacuática por descubrir

16 febrero 2018
Noticias de Yucatán 
Con tecnología muy avanzada, investigadores mexicanos y extranjeros realizan un mapeo de las cavernas y áreas subacuáticas de la mítica urbe maya de Chichen Itzá para conocer el interior de los cenotes Sagrado y Xtolok ubicados aquí.

De esta manera y como parte del proyecto a gran escala Gran Acuífero Maya, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), han logrado conocer detalles y particularidades de estos mantos acuíferos con el apoyo de un sonar de barrido lateral y un escáner de tercera dimensión.

El proyecto Gran Acuífero Maya, iniciado en 1997 con el apoyo de instituciones nacionales y extranjeras ha permitido realizar importantes hallazgos en las cavernas en las costas del Estado de Quintana Roo, donde se logró ubicar las cuevas Sac Actún y Dos Ojos, ubicados entre las poblaciones de Cancún y Tulúm y que se estima tienen una distancia de 347 kilómetros.

Con los resultados alcanzados en este primer proyecto, el científico Robert Schmitter, responsable de exploración subacuática de este proyecto, patrocinado por National Geografic, emprendió una serie de proyectos para conocer detalles y proporciones de los cenotes de Chichen Itzá.

En esta investigación, en la que participa el espeleólogo Guillermo de Anda, se destaca que aun y cuando en este momento hay instrumentos y equipos sofisticados que permiten realizar estudios pormenorizados para realizar los estudios, muchos de éstos se realizan a mano.

Sin embargo, gracias a estos equipos, agregó, es posible alcanzar espacios y puntos de las cavernas y cenotes donde los espacios y medios no son tan accesibles para los investigadores. En su caso, en Chichen Itzá se utilizan equipos especializados que se montan en un kayac que puede realizar recorridos y mapear espacios y sitios identificando espacios y productos en sus recorridos.

Los trabajos, destacó De Anda, se realizan de ambas maneras, debido a que hay espacios y sitios muy distantes donde los buzos y equipo de exploración no pueden alcanzar y las reservas de oxigeno se agotan.

Por ello, con el apoyo de modernos software es posible realizar un proceso de reconocimiento pormenorizado en las cavernas y cuevas inundadas, en las áreas de cenotes y es posible conocer detalles, fragmentos y encontrar vestigios arqueológicos como sucedió en las cavernas de Sac Actún, donde ubicaron restos de una fogata realizada por humanos hace 10 o 12 mil años.

Estas investigaciones han permitido conocer aún más detalles y aspectos de las formas de vida humana y animal que habitaron la zona peninsular en épocas muy anteriores a las conocidas, ya que se desconocía desde cuando estos territorios fueron habitados por humanos, repuso el investigador.

Con el sonar de barrido lateral se ha logrado adentrarse hasta puntos poco accesibles para los espeleólogos y buzos que participan en estos proyectos. El sonar de barrido lateral permite capturar imágenes que se traducen en mapas y esto ha permitido conocer de 2 grandes cavernas al interior de estos cenotes de Chichen Itzá.

En este proyecto se interviene con otros equipos como son los radares de penetración y escáners de tercera dimensión, que aun y cuando no pueden sumergirse, permiten realizar sondeos y observaciones en busca de puntos de acceso a los acuíferos como recorridos previos.

“El objetivo fundamental es tener una imagen detallada de las cuentas y modelos nítidos de estos espacios poco conocidos y explorados en tercera dimensión para profundizar en los conocimientos sobre la cultura maya y sus alcances, condiciones climáticas que se vivieron en su momento durante el esplendor de esta civilización”, comentó. ReporterosHoy
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