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El crecimiento horizontal de Mérida es fuerte y diverso, con fraccionamientos que surgen “como hongos” para todos los niveles socioeconómicos. Además, el proceso de industrialización se centra en la zona metropolitana de Mérida, por lo que es fundamental establecer un programa de desarrollo con los municipios que forman parte de dicha zona, por medio de alianzas, afirmó Eduardo Batllori Sampedro, secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.
El funcionario, quien presentó la Expo Foro Ambiental, a realizarse el próximo fin de semana en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, expresó que hay 4 mil hectáreas de “vacíos” dentro del anillo periférico, al tiempo que el área urbana crece a un ritmo de 6 hectáreas diarias dentro de la zona metropolitana para vivienda.
Según datos de la Seduma, en 1998 Mérida tenía 15 mil 944 hectáreas, pero en 2010 eran 25 mil y los cálculos indican que para 2020 se alcanzarán las 35 mil hectáreas de suelo urbanizable. Batllori Sampedro explicó que cada día se promueve el cambio de uso de suelo para seis hectáreas en la zona metropolitana, que pasan a ser de vivienda, pero hay vacíos urbanos al interior de Periférico que representan 4 mil hectáreas, con la capacidad de atender la vivienda de aquí al 2030, sin la necesidad de expandirse en otras áreas como las zonas agropecuarias.
El funcionario estatal reconoció que si los programas son permisivos, ambiguos o laxos, entonces el desorden en el crecimiento urbano ocurrirá. Además de Mérida, que se encuentra en un proceso de consolidación, los municipios que tienen un alto crecimiento urbanístico son Kanasín, Conkal, Tixméhuac, Abalá, Hunucmá, Umán, Progreso y Chicxulub Puerto, mencionó.
“La mancha urbana metropolitana, cuyo centro es Mérida, genera un desarrollo que en muchas ocasiones estos municipios no tienen capacidades humanas y financieras, ni tampoco una memoria histórica de crecimiento. Ahí es donde se puede ver rebasado el crecimiento”, afirmó.
Impulso a otras áreas
Indicó que el proceso de industrialización se centra en Mérida y su zona metropolitana, pero deberían existir políticas que impulsen, mediante incentivos económicos o fiscales, el desarrollo hacia otras regiones de Yucatán. Pero infraestructura y servicios como el Puerto de Altura, el aeropuerto, la luz y el gas, hacen que se centralice el desarrollo.
Entre los lugares a impulsar y fomentar mencionó a Valladolid, Tizimín, Izamal, Ticul, Tekax, Oxkutzcab y Motul, los cuales podrían desahogar la zona metropolitana de Mérida.
Al mismo tiempo, afirmó que es fundamental establecer un programa de desarrollo metropolitano, pero aunque hay esfuerzos, debe existir la voluntad política de los presidentes municipales para asumirlo y se debe transformar la Coordinación Metropolitana de Yucatán (Comey) en un instituto estatal.
Con el crecimiento, un programa de desarrollo humano es fundamental para pensar en temas de seguridad y medio ambiente, a través de comisiones que desarrollen y equilibren las polarizaciones y sobrecapitalización de otras áreas, expresó.
Debe generarse una alianza intermunicipal en donde Mérida no lleve el peso ni sea dominante, con lo que se permitiría el crecimiento armónico con sus vecinos, consideró. También, mencionó el fortalecimiento de las comisarías para evitar que sean dormitorios del desarrollo de Mérida. La Jornada Maya
