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El Departamento Jurídico del Centro INAH Yucatán realizó las diligencias jurídicas para la recuperación de una pieza arqueológica que probablemente procede del sitio arqueológico Xumil, que se encontraba en posesión de Gualberto Garrido Zi, habitante de la colonia Santa Rita del municipio de Maxcanú.
De acuerdo con un comunicado, acompañado de su esposa, María Astenia Mena Rodríguez, consciente del legado de la cultura maya y preocupado por la conservación del patrimonio cultural de la Nación, Garrido Zi entregó de manera voluntaria la pieza arqueológica al personal del INAH Yucatán, para que sea restaurada y exhibida en museos.
La entrega-recepción de dicho bien propiedad de la Nación, fue autorizada por el antropólogo Eduardo López Calzada, delegado del INAH en el Estado, y estuvo a cargo del arqueólogo Luis Raúl Pantoja Díaz, investigador de la sección de Arqueología; del doctor Orlando Casares Contreras, coordinador de Museografía, y los licenciados Alejandra Escalante Garma e Iván Ponce Hernández.
Las diligencias realizadas por el INAH tuvieron el apoyo de Reyna Marlene Catzín Cih, presidenta municipal de Maxcanú; de la Policía Municipal Coordinada y de José Enrique Canul Uribia, comisario ejidal.
Personaje maya
Estudios preliminares realizados por el arqueólogo Luis Raúl Pantoja Díaz, investigador de la Sección de Arqueología, señalan que la pieza arqueológica recuperada corresponde a una estela con un personaje maya labrado sobre piedra caliza de la región que procede del clásico temprano (complejo Ichpá 300-500/500 d. C.), pesa media tonelada y está esculpida en bajorrelieve; tiene una escena con tres figuras: una antropomorfa, otra zoomorfa y la representación de un recipiente con figuras esféricas.
La figura del personaje masculino es de cuerpo entero, erguido de manera frontal y de pie con la cabeza mirando a su lado izquierdo, muestra los brazos ligeramente flexionados. Destaca el ajuar del personal que corresponde a un tocado con una figura, acompañado de plumas de gran tamaño y una probable figura de una flor (nenúfar), el cabello lo tiene sujeto con una banda acompañado de orejeras y un collar de cuentas que sujetan un pendiente. Asimismo presenta una indumentaria, consistente en un faldellín, sujeto con un cinturón que cuelga de lado izquierdo, así como un pendón al frente. La figura zoomorfa corresponde a una representación de kukulkán, con plumas en la cola y algunas representaciones de escamas que desciende hacia la vasija, la cual contiene algún alimento en representación de alguna ofrenda. Durante su embalado y traslado participaron más de 10 personas.
Es importante señalar que los monumentos arqueológicos están protegidos por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos que establece en sus artícu-los 5, 27 y 29 que los monumentos arqueológicos son propiedad de la nación, inalienables e imprescriptibles, por lo que no podrán ser transportados, exhibidos o reproducidos sin permiso del INAH; asimismo, precisa que la persona que encuentre bienes arqueológicos deberá dar aviso inmediato al INAH, pues de lo contrario se constituye un delito del fuero penal federal.
La pieza se suma a más de 625 que el Departamento Jurídico del INAH ha recuperado en los últimos años, que se han integrado a los acervos culturales del INAH para la investigación y eventual exposición, dice un boletín.