Un cachorro de chow-chow terminó entre rejas por morder la mano de un policía en Northamptonshire (Inglaterra, Reino Unido), informó la prensa local. El oficial no resultó gravemente herido, pero tuvo que acudir al hospital, le inyectaron una vacuna contra el tétanos y le recetaron antibióticos.
Ese can de cuatro meses llamado Bungle se escapó de la casa de sus dueños, bloqueó la circulación de una carretera y, cuando el agente trató de atraparlo, mordió su mano. Posteriormente, las autoridades trasladaron al animal a una comisaría y lo encerraron en una jaula.
Este ejemplar podría pasar nueve meses bajo custodia, en función del 'Acta de 1991 sobre Perros Peligrosos'. Además, la Policía estudia si presenta cargos contra sus propietarios, David y Susan Hayes. Si les declaran culpables, podrían recibir una multa y Bungle podría ser sacrificado.
En redes sociales Miles de amantes de los perros han apoyado una campaña para liberar a Bungle, mientras que la familia Hayes asegura que estas medidas son "insensibles" y demasiado duras.