“Hay carnaval para todos”, señaló el primer edil al ser cuestionado sobre el contraste de ambas festividades. Explicó que “quienes quieren vivir un carnaval seguro, acuden a Plaza Carnaval; y los que quieren disfrutar del mar, el sol y la arena, van a Progreso”.
“Por primera ocasión, no hubo una operación financiada por ‘alguien’ para que el carnaval de Mérida tenga éxito”, declaró el alcalde de la capital yucateca, Renán Barrera Concha, al ser cuestionado sobre las fiestas carnestolendas que culminarán el día de hoy con el tradicional entierro de Juan Carnaval.
Desde el 2014 Barrera Concha promovió -durante su primera administración- la reubicación del derrotero, del Paseo de Montejo al recinto ferial de Xmatkuil, que durante esas fechas recibe el nombre de Plaza Carnaval. Dicha iniciativa generó una división en varios sectores de la sociedad.
Ante la discusión, ciudadanos encabezados por cómicos regionales se plantaron en la emblemática avenida a fin de celebrar “su propio carnaval” con elementos distintivos de la fiesta como disfraces, música y cervezas. Argumentaban que “no se consultó a la ciudadanía” sobre la medida cuyo objetivo fue la preservación del patrimonio histórico de la ciudad.
De manera extraoficial, trascendió en aquellas fechas que las protestas que año con año se llevaron a cabo -cada vez con menor participación- respondían a intereses del gobierno estatal, encabezado por el priísta Rolando Zapata Bello, quien presuntamente financió el desfile “alternativo”, que se promovió a través de las redes sociales.
Pese a lo anterior, aún existen inconformidades respecto a la reubicación de los festejos en honor a Momo, pues no son pocos los meridanos que consideran que la tradición ha llegado a su fin, impulsando de manera significativa el carnaval del puerto de Progreso, que año con año gana popularidad entre la población.
La Jornada Maya
