CIUDAD DE MÉXICO.- Fueron tres los diputados federales los que se contagiaron de coronavirus durante marzo, pero la legisladora del Partido Encuentro Social (PES) María Rosete fue a la que más le afectó la pandemia. María Rosete es diputada federal del Distrito 8 de la Ciudad de México y líder de los ambulantes de Tepito; ella describe que la pasó “muy mal” desde el jueves 26 de marzo, cuando empezó a tener síntomas.
Fue hasta el domingo 29 de marzo cuando en un laboratorio particular le confirmaron que tenía coronavirus, enfermedad que le contagió a su hijo, su nuera y tres nietos —incluida una bebé de apenas un año—, quienes, al igual que ella, ya se encuentran mucho mejor de salud. La legisladora empezó con la pérdida del olfato: por más que intentaba oler el perfume más penetrante, no podía, con lo que se dio cuenta de que carecía de ese sentido y determinó hacerse la prueba. También tuvo una crisis de pánico que la llevó a pensar lo que sólo se piensa cuando "te estás despidiendo del mundo".
"Después [de perder el olfato] tuve una diarrea muy fuerte, náuseas, dolor de estómago, de cabeza. Fiebre nunca tuve, [sino que] yo presenté bajas de temperatura, cuerpo cortado", dijo.
"Yo no tenía frío, tenía calor y me sudaban hasta los pies, muy raro. Sí la pasé muy mal, y aparte me dio una crisis de pánico. Fue terrible, muy difícil", agregó.
Desde que le confirmaron que estaba enferma, se encuentra aislada en su recámara, apartada de su familia: "Lo más triste fue [contagiar] a mi hijo, porque él contagió a su esposa y a sus bebés [una niña de un año, y otros de siete y ocho años]. Ellos no viven conmigo, pero en una sola noche todos ya tenían temperatura, fue terrible, pero ya, bendito Dios, ya están bien, ya van saliendo, pero fue muy difícil".
A partir del pasado miércoles ya se siente con más ánimo, a pesar de que aún conserva un poco de tos e irritación de la garganta. Ha buscado refugio en los remedios tradicionales y se ha aplicado enjuagues bucales con vinagre y bicarbonato de sodio, los cuales cree que le ayudaron, "aparte de todas las recomendaciones que me dio el médico".
Tomé Tempra, por si me subía la temperatura, pero nunca pasó (...); medicamento para el dolor de cabeza y cuerpo cortado, ninguna otra cosa, porque no hay. La verdad comí poco: fruta, verdura. Se me fue el hambre por completo, me costaba mucho trabajo y hacía lo posible para que entrara algo de alimento, pero desde el martes disfruté un poco de comida y le agarré sabor a las cosas. Por eso digo que ya me siento más animada", detalló.
Debido a que tuvo una crisis de pánico y se tardó tres días en superarla —"pensé cosas que uno piensa cuando se está despidiendo de este mundo"—, explicó que durante esos días se desconectó completamente de las noticias, ya que le estaban haciendo mucho daño, por lo que mejor se dedicó a leer.
Describió que semana a semana sus compañeros de Encuentro Social han tenido reuniones virtuales a las que se ha sumado: "No les [había] puesto atención hasta el pasado martes, pero ya estoy conectada, y se acordó mandarle un documento con 10 o 12 propuestas al Presidente de la República para enfrentar el tema del Covid-19".
Ahora, dice, hay que seguir trabajando, pues está muy preocupada por la situación que enfrentan los comerciantes, por las noticias tan desoladoras, por la pérdida de empleos, además de que, pronostica, aumentará la informalidad, por lo que alista una misiva para Andrés Manuel López Obrador, a fin de pedirle que ayude a formalizar a los comerciantes y se les reconozca su actividad.
"La creación de 2 millones de nuevos empleos no son suficientes. Necesitamos poner los pies sobre la tierra, necesitamos tomar decisiones con más fuerza", afirmó la diputada.
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