Cayetano Canto, intendente de la ciudad de Saldán, en Córdoba, informó que 21 personas adultas mayores, residentes del Geriátrico Santa Lucía, dieron positivo a la prueba de COVID-19, tras estar en contacto con un médico portador del virus.
Asimismo, detalló que seis empleados de la residencia fueron diagnosticados con la nueva cepa de coronavirus. Canto destacó que la salud de los adultos mayores diagnosticados es buena, “no tienen síntomas, todos están aislados y solo cinco están en el Hospital Italiano de Córdoba, pero con buena evolución”.
Sin embargo, destacó que el número de contagios podría ser aún mayor, ya que el médico era doctor de cabecera del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) de la región, por lo que aún se espera el resultado de al menos 150 pruebas de pacientes que el médico atendió.
Ante esta situación, el intendente de Saldán dispuso que era obligatorio el uso de tapabocas en la vía pública y levantó una restricción de tránsito para entrar a la ciudad; asimismo, el diario El Clarín destacó que los municipios vecinos de Mendiolaza y Villa Allende activaron protocolos para prevenir un brote de contagios.
Por su parte, otras regiones de Cordóba, como Mayu Sumaj, investigan posibles contagios locales en adultos mayores, pues el médico también trabajaba en un geriátrico local.
El médico, quien es portador asintomático, se realizó la prueba de forma voluntaria y posteriormente se aisló en su domicilio para pasar la cuarentena. Tanto él, como la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA) y el gobierno de Córdoba, pidieron que su identidad se mantuviera en secreto para protegerlo de futuras agresiones.
Al respecto, Pablo Lutterini, exhortó a la población a cuidar al personal de salud: “No nos están cuidando y para colmo de males, cuando se demuestra que estamos infectados se nos señala con el dedo”, retomó el rotativo argentino.
Desde el mes de marzo, diversos médicos y enfermeros argentinos han denunciado agresiones y maltratos de parte de personas que “temen ser contagiados”; algunos de esos casos de violencia ya son analizados por autoridades judiciales.