Noticias de Yucatán
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Recientemente se aprobó la reforma de los Estatutos del PAN que, entre otras cosas, prevé la eliminación de la figura del “adherente”, es decir, de la persona que solicita su ingreso al partido, pero antes debía demostrar con hechos su convicción al panismo.
Mucho antes, el adherente tenía que esperar por lo menos unos seis meses antes de ser aceptado como miembro activo, supuestamente para que efectivamente demostrara con su participación activa su deseo de ser panista.Hoy ya no existe ese lapso de espera y la figura de “adherente” está a punto de quedar en el pasado, ya que quien desee integrarse al PAN podrá hacerlo de modo directo. Incluso el registro previo podrá hacerse por medio de internet.
La eliminación de la “adherencia” se hace con la intención de hacer más ágil y menos engorroso el proceso para ingresar al PAN como miembro activo. Lo que no se elimina es la obligación de tomar el Taller de Introducción al PAN, conocido como TIP, y la necesidad de presentar una evaluación para confirmar que el interesado cuenta con los conocimientos básicos para ser panista.
La pregunta que cualquiera podría hacerse es: ¿con este este proceso ya es más fácil ser panista? La respuesta sería “no”. El ser panista no depende de la formalidad de figurar en el padrón del PAN, tampoco de conocer todos los estatutos y toda la doctrina de Acción Nacional y recitarla en discursos públicos. El ser panista va mucho más allá de todos los formulismos, es una forma de vida.
De padrón o convicción
Daniel Jesús Carrillo Polanco (*)
Durante muchos años he escuchado la frase “¡Qué difícil es ser panista!” en alusión al proceso por el que tiene que pasar un simpatizante que desea ingresar como miembro activo del Partido Acción Nacional.
La institución puso ciertos “candados” para de alguna manera tratar de garantizar que quien acceda a las filas del PAN sean personas con conocimiento básico de la ideología del panismo y de los derechos y de las obligaciones que implica el ser parte de Acción Nacional.
La puesta en marcha de la figura del adherente no sólo no funcionó, sino que incluso causó mucha molestia entre mucha gente que intentó activarse y nunca lo consiguió después de varios años. Hubo adherentes de 10 ó más años, incluso.
El panista de padrón es aquél que cumplió con todos los trámites del proceso de activación y, quizás, hasta puede conocer los estatutos y reglamentos. En la realidad quien accede al PAN con su cursito TIP, por lo general, jamás se toma la molestia de leer a fondo sobre el PAN, su doctrina, su ideología, etcétera. En la realidad vemos que no todos los panistas de padrón necesariamente son de convicción.
Hay quienes se dicen panistas de “hueso duro”, pero consciente o inconscientemente se la pasan violentando sus propias normas y postulados doctrinarios, generando un desorden que va contra el lema del PAN “Por una Patria Ordenada y Generosa”.
¿Es difícil ser panista? Volvería a preguntar y entonces la respuesta sería “sí”, pero no por lo complicado que pueda resultar el proceso de ingreso al PAN, sino por dificultoso que resulta para el ser humano asumir los valores panistas sin medias tintas y sin componendas. El ser panista de padrón es muy fácil comparadamente con la complejidad que implica ser panista de convicción plena. Ya cada quien que se asuma como panista hará un examen de conciencia para determinar qué tanto lo es por el cumplimiento a los postulados y a las normas internas del PAN.- Mérida, Yucatán.
dajecapo@hotmail.com
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*) Maestro en comunicación política y marketing electoral, y consejero estatal del PAN