(1)El riesgo de la pérdida de estatus sanitario no reside en el aspecto económico y, por tanto, no acaba con el anuncio de que se canalizará más dinero a las campañas de control. Lo verdaderamente importante son las deficiencias en el trabajo de vigilancia, que se han agudizado en los últimos meses, advierten supervisores que fueron dados de baja del Comité Estatal para el Fomento y Protección Pecuaria.
Los informantes, médicos veterinarios que durante más de tres lustros participaron en los esfuerzos para que Yucatán alcanzara y conservara el estatus actual, dicen que la situación es tan grave que en algunos rastros se ha relajado la inspección: en algunos ya ni se presentan los supervisores y en otros sólo lo hacen algunos días.
Precisamente ayer en un portal electrónico circuló la versión de que se detectaron siete casos de brucelosis y uno de tuberculosis en ranchos del oriente de Yucatán.
El sector ganadero es el más vulnerable al peligro de la pérdida del estatus sanitario, pero el problema también alcanzaría a la porcicultura, la avicultura y la apicultura.
(1)Tres ex supervisores de la Comisión para la Erradicación de la Tuberculosis, la Brucelosis y otras enfermedades de los bovinos en Yucatán alertan sobre una serie de irregularidades en las campañas sanitarias, que ponen a la entidad en riesgo de perder un estatus alcanzado con mucho esfuerzo.
Entre esos problemas citan la aparente suspensión del "aretado" de las cabezas de ganado. Consiste en colocarles a los ejemplares un arete que llevan hasta su sacrificio, como un carnet en el que se puede conocer todo el historial del animal y, en caso de detectarse una enfermedad, permite identificar la causa, el rancho a que pertenece y otros factores.
"Esto lo sé porque me siguen llamando ganaderos para preguntarme cuándo voy a sus ranchos a hacer ese trabajo. Eso significa que no se está haciendo", explica Juan Torres Torres, quien fue dado de baja de la mencionada comisión, dependiente del Comité Estatal para el Fomento y Protección Pecuaria.
Acompañado de Mario Avila Basulto y Armando Chi Chi, quienes también se desempeñaban como supervisores, indica que otro problema que se ha agravado a últimas fechas es el de la inspección en los rastros, porque ante las decisiones políticas que se toman en el Comité hay algunos mataderos que definitivamente ya no tienen supervisión, y en otros la vigilancia es de sólo algunos días.
Entre los rastros que se quedaron sin vigilancia mencionan los de Halachó, Maxcanú y Dzilam González. Nadie puede saber ahora en qué condiciones están los animales que allí se sacrifican.
En el caso de Motul e Izamal, añaden, los supervisores sólo van algunos días.
Los médicos veterinarios consideran hasta cierto punto irrelevante el anuncio del gobierno del Estado de que destinará más dinero a las campañas de sanidad, pues el peligro de perder el estatus sanitario no radica sólo en el aspecto económico.
También hablaron de otros problemas que ven en las campañas sanitarios. En nuestra edición de mañana los detallaremos
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