Publicada: 18 agosto 2011
El rastro de Mérida arrastra cada mes cuantiosas pérdidas en el "costo de maquila", que, sumadas a los gastos de administración, rebasan con mucho los ingresos.
Otro problema lo representan las "bonificaciones" que se tienen que pagar a mayoristas de carne que reportan alguna pérdida por mal manejo atribuible al matadero.
En los informes financieros más recientes de Abastos de Mérida, razón social del rastro, se puede constatar que los egresos rebasan con mucho la captación por maquila.
En el reporte del 1 al 30 de mayo, por ejemplo, se indica que la empresa descentralizada del Ayuntamiento de Mérida tuvo ingresos de $1.288,058.94 en maquila de cerdo, $580,659.20 en maquila de res, $45,202.42 por inspección sanitaria, $11,924.42 por cobros de matanza domiciliaria y $75,585.96 de otros rubros.
Los egresos sólo abarcan dos conceptos: $1.747,676.39 por costo de maquila y $676,765.96 por gastos de administración.
Lo que cuesta la maquila representa tres veces lo captado por la res. Los gastos de administración son también mayores.
Ese mes el Ayuntamiento tuvo que aportarle al rastro $1.400,000 de subsidio.
En el período correspondiente a junio, la maquila de cerdo representó ingresos de $1.160,046.36; la de res, $285,339.56; la inspección sanitaria, $45,202, y la matanza domiciliaria, $7,331. "Otros ingresos" significaron $46,757.18.
En los egresos, el costo de maquila ascendió a $1.583,670.14, y los gastos de administración, a $560,604.95.
En el informe no aparece ningún subsidio de la Comuna ese mes. A fin de cuentas, Abastos de Mérida terminó con un déficit de $849,666.
En cuanto a las "bonificaciones" por mal manejo de la carne, trabajadores del matadero identifican como uno de los principales beneficiarios al mayorista Roger Zapata Bastarrachea, quien tiene entre sus clientes a algunos supermercados.
Ese pago se había reducido, y en algunos casos anulado, al principio de la actual administración municipal, pero aumentó de nuevo después de un relevo en la jefatura y la coordinación de matanza.
Incluso, se indica que ese relevo fue consecuencia de un enfrentamiento que tuvieron los funcionarios destituidos, David Sulub y Angel González, con intereses representados por personas que durante años han tenido el control del rastro, entre ellos José María Fernández Medina, secretario general de la sección 152 de la Industria de la Carne.
Sulub y González fueron despedidos con el argumento de que se les sorprendió extorsionando a un empleado del rastro que además es distribuidor de vísceras. Algunos de sus compañeros afirman que "se les puso un cuatro", pues se presenta como única prueba en su contra una grabación de audio.
El comercio ilegal de las vísceras es uno de los más visibles.
El de las pielas era también un lucrativo negocio. Hace unos años eran prácticamente tiradas, pero ahora son codiciadas y alcanzan precios de hasta $9 el kilogramo.- Megamedia
Tema: Notas de la Comuna
Algunos detalles relacionados con el movimiento financiero de Abastos de Mérida:
Los activos
En el rubro de "Activo circulante", en junio la empresa tenía en caja $25,000 y cuotas por cobrar de $286,068.22.
Los pasivos
En el renglón de pasivos a corto plazo, a los proveedores se les adeudaban ese mes $205,242.48. Estaba pendiente el pago de $5.552,395.48 a "acreedores diversos"