Noticias de Yucatán
María Cristina Velásquez Uc, vecina de Sitilpech, comisaría de Izamal, y quien supuestamente estaba secuestrada, fue localizada en Mérida, donde estaba con un amante desde el día de su desaparición.
La mujer ni estaba plagiada ni sus captores pedían rescate, sino que ella ideó esa estrategia para justificar su ausencia de 13 días y, de paso, sacarle dinero a su esposo para seguir con el amante.
Cristina, quien salió de su pueblo natal el pasado 9 de septiembre, llegó a la capital yucateca, donde se encontró con su amante y todo este tiempo permaneció a su lado. Incluso ya había encontrado un trabajo porque no pensaba volver con su marido.
El día de su desaparición María Cristina acudió a una cita médica al centro de salud de Sitilpech. Desde ese día su esposo Andrés Alfonso Orozco Santos no supo más de ella salvo por los mensajes que le enviaron los supuestos secuestradores.
El esposo recurrió a la Fiscalía, que finalmente aclaró el caso al localizar a Cristina viviendo con el supuesto secuestrador.
A la mujer poco le importó abandonar a tres hijas que se quedaron en el pueblo bajo el cuidado de su padre.
María Cristina Velásquez Uc, vecina de Sitilpech, comisaría de Izamal, y quien supuestamente estaba secuestrada, fue localizada en Mérida, donde estaba con un amante desde el día de su desaparición.
La mujer ni estaba plagiada ni sus captores pedían rescate, sino que ella ideó esa estrategia para justificar su ausencia de 13 días y, de paso, sacarle dinero a su esposo para seguir con el amante.
Cristina, quien salió de su pueblo natal el pasado 9 de septiembre, llegó a la capital yucateca, donde se encontró con su amante y todo este tiempo permaneció a su lado. Incluso ya había encontrado un trabajo porque no pensaba volver con su marido.
El día de su desaparición María Cristina acudió a una cita médica al centro de salud de Sitilpech. Desde ese día su esposo Andrés Alfonso Orozco Santos no supo más de ella salvo por los mensajes que le enviaron los supuestos secuestradores.
El esposo recurrió a la Fiscalía, que finalmente aclaró el caso al localizar a Cristina viviendo con el supuesto secuestrador.
A la mujer poco le importó abandonar a tres hijas que se quedaron en el pueblo bajo el cuidado de su padre.