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Dos menores se intoxicaron por comer tomates fumigados que tomaron de los surcos porque tenían hambre. Los niños de 12 y 7 años fueron internados en el Hospital General de Mazatlán, Sinaloa.
Josué y Misael “N”, de 12 y 7 años, respectivamente, son originarios del poblado Santa María Ribalta, Guerrero, y desde hace unos meses habitan en los campos agrícolas de Villa Unión.
Según información proporcionada por personal de Trabajo Social del nosocomio, los menores comentaron haber tenido hambre y cortaron unos tomates de los surcos, mismos que habían sido fumigados.
El menor de 12 años se encuentra grave, mientras que el niño de 7 años es reportado como estable.
Personal del nosocomio indicó que realiza todo lo posible por salvarlos.
Los padres de los menores tienen 28 años, no hablan español y, además, de que traen consigo a tres niños más. Sin Embargo
