Noticias de Yucatán
L a condición médica del ex gobernador de Veracruz, Javier
Duarte, lo obliga a llevar una dieta especial, y por seguridad permanece en un
área separada del resto de los imputados.
Desde su ingreso al Reclusorio Preventivo Varonil
Norte, en julio de 2017, Duarte ve sus días pasar entre dormir, preparar
su comida y comerla.
Como todos, porta el uniforme beige de los internos en el
penal, y aunque permanece en el área de ingresos y medidas cautelares, una
malla metálica lo mantiene separado del resto de los imputados, quienes lo
recibieron como a cualquier otro “nuevo integrante”.
La separación del ex funcionario del resto de la
población carcelaria fue implementada desde su entrada al reclusorio por
razones de seguridad, tanto del penal como del propio Duarte.
Las medidas tomadas por el personal del Reclusorio
Norteobedecen a las recomendaciones que ha emitido la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos para garantizar que un personaje como el ex
gobernador no sufra agresiones por parte de los reos.
Duarte ha sido acusado de desvíos millonarios en
Veracruz; se le ha señalado como responsable del incremento de la violencia en
la entidad e incluso de la aplicación de “quimioterapias falsas” a niños con
cáncer.
Aunque puede ver al resto de los presos y ellos a él, no
platica con ninguno, prefiere no convivir con sus compañeros de espacio.
Su contacto con el mundo exterior son sus abogados,
equipo encabezado por Marco Antonio del Toro, y su hermano,Cecilio Duarte
de Ochoa.
Regularmente sus defensores le llevan despensa, que
incluye cebolla, jitomate y otros víveres, para que él mismo se prepare su
comida, puesto que no tiene acceso al comedor comunitario del penal.
Por las mañanas, al igual que el resto de la población
carcelaria, Duarte toma té de manzanilla, además de lo que se prepara en
el desayuno.
Con los alimentos bajos en grasa, sal y azúcares, el ex
gobernador no ha perdido peso, sino que mantiene la robusta complexión con la
que llegó extraditado desde Guatemala. El Universal.