Denuncian que en Mérida se venden plazas para el IMSS entre $20,000 y $70,000

19 julio 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy 

Los desvíos de cuotas sindicales, venta de plazas, e incluso “autorizaciones” de permutas cambios de sede laboral entre empleados van a parar a manos de líderes y sus grupos de poder en los sindicatos de trabajadores del Seguro Socialde todo el país, y Mérida no es la excepción, solamente que la impunidad ha rebasado a las acusaciones de corrupción a 17 meses de la entrada de un nuevo líder que trabaja en la oscuridad.

Un precedente se dio en Sonora hace apenas unos días, que hace pensar que estas ilegalidades pudieran cambiar.

“Por desvíos de recursos económicos propios de la organización sindical, malversación de fondos, deficiente gestión administrativa y otras de naturaleza grave, en menoscabo de los trabajadores sindicalizados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), fue destituido de la secretario General de la sección 13 con sede en Sonora el médico Esteban Leonardo García Valenzuela”, relata el comunicado que circula con fecha 17 de julio de este año, en las dependencias de la Institución, a nivel nacional.

El acontecimiento es solo un claro ejemplo que representa los intereses y la corrupción de quienes llegan a las representaciones sindicales de lostrabajadores del IMSS, en donde, además de obtener plazas para familiares y amigos, buenos sueldos, atractivas prestaciones y jubilaciones anticipadas, les permite hacer negocios al amparo del poder y la opacidad que identifica al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS).

Además de la destitución, del ahora ex dirigente sonorense, el Sindicato del IMSS recibió un golpe más que pone en entredicho su opaco autogobierno con la denuncia por diversos actos de corrupción en el que participan por igual autoridades de esta dependencia y los dirigentes SNTSS.

Víctor Ortega, jubilado del IMSS, afirmó que con el consentimiento del líder y actual diputado federal, Manuel Vallejo Barragán, actualmente para ingresar a trabajar al Seguro Social es necesario pagar entre 20 y 70 mil pesos, dependiendo del puesto al que se aspira.

Rafael Soto Cruz, enfermero rescindido del Centro Médico Siglo XXI, aseguró que uno de los negocios más redituables han sido las Asociaciones Público Privadas (APP) para la edificación de nuevas unidades hospitalarias, así como la subrogación de los distintos servicios que se ofrecen en esas instituciones médicas.

“Se construye el hospital con dinero público, después de concesiona por 25 años que es su vida productiva, se licitan todos los productos ya subrogados, laboratorios, mastografías, tomografías, ambulancias, creo hasta la gente de los jardines es subrogada pero el costo social de nuestro bolsillo, ellos nada más ponen las ganancias”, puntualizó.

Otro de los problemas denunciados, es que en la presente administración federal solo se abrieron mil plazas en el instituto, mientras que el número de trabajadores con esta prestación en seis años aumentó a casi 4 millones, aunado a que la demanda en el servicio se multiplica, si se toma en cuenta a las familias de estos nuevos empleados formales.

Ante este escenario, la disidencia del Seguro Social hizo un llamado a los 400 mil trabajadores en activo del IMSS, así como a los jubilados a formar planillas en las distintas delegaciones del país para participar en el proceso de cambio del Comité Ejecutivo Nacional a celebrarse el próximo mes de octubre y terminar con la “actitud caciquil, servil y sumisa” que el SNTSS ha presentado ante el sector patronal y el gobierno, lo cual “ha puesto en riesgo la existencia de la seguridad y las finanzas de los trabajadores”.

Frente al panorama nacional, la sección VI del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social, que aquí encabeza José Pedro Abraham Pech Magaña, no está exenta de la ola de corrupción y tráfico de influencias, malas prácticas, que ya se convirtieron en leyes no escritas.

A su llegada a la dirigencia sindical, en febrero de 2017, Pech Magaña prometió “hacer una gestión transparente y resolutiva”, pero a 17 meses de distancia, la transparencia es lo que menos hay en su labor.

Hasta ahora los casi 2 mil agremiados a la sección VI del SNTSS no saben el destino de sus cuotas sindicales, en qué se han gastado, así como tampoco han obtenido beneficios adicionales a los que legalmente el contrato colectivo de trabajo ampara.

La falta de información puntual sobre los rendimientos que produce la caja de previsión y ahorros es otro aspecto que Pech Magaña prefiere manejar en la penumbra, haciendo creer a la base sindicalizada que un préstamo de la caja es un favor que debe agradecerse con reverencias, cuando la realidad es que son recursos de los propios afiliados pero de los que no tienen informes sobre sus utilidades. La Verdad Noticias
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