El movimiento “Hagamos ruido contra el ruido” ha interpuesto cerca de 10 amparos, y el primero de ellos ya fue concedido, obligando al ayuntamiento de Mérida a cerciorarse de que los establecimientos cumplan con los niveles legales de decibeles permitidos para un comercio.
A pesar de ello, la comuna interpuso un Recurso de Revisión, lo que ha alargado el proceso, según informó el abogado de la agrupación, Erik Pérez Loyo.
Pérez Loyo condenó la omisión del ayuntamiento de Mérida en verificar que los negocios cumplan con los niveles de decibeles permitidos, situación que ha afectado a personas dentro y fuera del Centro Histórico.
La autoridad ha sido obligada a acudir a los establecimientos para hacer la verificación, pero ha decidido impugnar la decisión.
