Incidentes en las tomas de posesión de nuevos alcaldes
Por primera vez durante su mandato, la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco se refirió ayer a Mérida con amplios conceptos y dijo que se inicia “una nueva era” en el municipio, con un equipo que “hará historia”.
En un discurso ante socios del Frente Unico de
Trabajadores del Volante, con la alcaldesa Angélica Araujo Lara presente, la jefa del Ejecutivo dijo que Mérida toma nuevo rumbo y se refirió a sí misma como integrante de una nueva generación de gobernantes y políticos que están logrando triunfos electorales y “cambios históricos en Yucatán”, y ahora, en especial, en la capital del Estado.
Angélica Araujo rindió protesta ayer, en una ceremonia a la que no fueron invitados ni el alcalde saliente, César Bojórquez Zapata, ni los delegados federales en Yucatán.
En el interior del Estado también hubo tomas de posesión. En algunos municipios, como Tzucacab y Yobaín, hubo tensión y protestas en las ceremonias. En Tizimín arrojaron huevos al ex alcalde José Luis Peniche Bates.
Mérida inicia una nueva era y con una gran responsabilidad del nuevo equipo de trabajo que tendrá el verdadero compromiso social de refundar y transformar nuestra capital, indicó la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.
La mandataria se refirió dos veces a la conquista de la “joya de la corona” (el triunfo del PRI en Mérida en casi 20 años). Primero habló sobre su relación con la nueva administración municipal, que encabezará Angélica Araujo Lara, durante una entrevista en el marco del Día Nacional del Ingeniero, y después en un discurso en la ceremonia del 74 aniversario del Frente Unico de Trabajadores del Volante (FUTV).
Con este mandato ampliado para el PRI y por decisión de la mayoría ciudadana, expuso, Mérida toma un nuevo rumbo con ánimo de trabajo y actitud positiva y con un nuevo equipo al volante que hará historia.
Ante cientos de socios del FUTV, reunidos en su local social, diputados estatales y federales, directivos del PRI y responsables de las policías federal y municipal de Mérida, Ivonne Ortega destacó que lo más importante de la transición política en Mérida es que los cambios y transformaciones se hacen en medio de paz social, de armonía comunitaria y con planes de trabajo claramente definidos.
“Estamos demostrando que sí es posible tener el rumbo que la democracia necesita”, subrayó. “Desde Yucatán queremos dar el ejemplo y la inspiración de que el respaldo ciudadano a quienes tienen capacidad de gobierno, seriedad en sus propuestas y firmeza moral, sí puede hacer la diferencia”.
Mano firme Con las miradas fijas en ella y un mar de periodistas enfrente, la gobernadora señaló: “Desde aquí tendremos mano firme para enfrentarnos a los retos, con humildad escuchar a la gente y rechazar a los que siembran dudas y suspicacias.
“Desde aquí confirmamos que el juego limpio, el deseo de servir y la firme decisión para defender los valores sociales son los que construyen, no sólo triunfos electorales sino gobiernos que la ciudadanía quiere y necesita”, señaló. “La creación de empleos, la seguridad en las calles y el combate a la pobreza hacen necesario que lleguen partidos, hombres y mujeres de carácter, propuestas y gobernantes con mano firme para poner un alto a quienes quieran sembrar el temor”.
Dijo que pertenece a una nueva generación de gobernantes y de políticos que están logrando triunfos electorales y cambios históricos en Yucatán y ahora, en especial, en la capital del Estado.
“Ante este nuevo voto de confianza y mandato ampliado que nos ha dado la sociedad es importante trabajar juntos, de ser aliados verdaderos, cerrar filas y no dejar que entre nosotros intenten sembrar dudas o suspicacias”, reiteró. “Juntos, como un equipo, bajo un mismo ideal y una misma ideología hemos llegado muy lejos y vamos a seguir avanzando en la construcción del Yucatán que queremos, porque ya no puede esperar más”.
La gobernadora pidió que “nadie se equivoque” y dijo que el mandato ampliado no es un privilegio para el disfrute o para la soberbia. “El mandato crece para todos aquellos que forman y creen en la nueva mayoría y eso es una enorme responsabilidad”.
Los priistas, dijo, deben alejarse de las divisiones, de los conflictos estériles y poner a la sociedad por encima del interés particular. “Precisamente por esos principios la sociedad cree ahora en el PRI”.
En entrevista previa a su discurso declaró que es fundamental que trabajen en coordinación, con una misma visión de desarrollo, y que jalen parejo para solucionar las necesidades de los meridanos.
Ya comenzó pláticas con la alcaldesa Angélica Araujo Lara para buscar una fórmula que permita reducir la tarifa del transporte urbano, como prometió en su campaña por la alcaldía de Mérida, y su equipo de trabajo tendrá que trabajar más de 20 horas para darle respuesta a las necesidades ciudadanas.
No quiso calificar al gobierno de César Bojórquez Zapata porque eso corresponde a la sociedad, pero consideró que “todos hicieron su esfuerzo por mejorar la ciudad”.
Ante una multitud —de priistas en su mayoría— que casi llenó dos calles, la arquitecta Angélica Araujo Lara prometió anoche que su prioridad en el gobierno municipal será el bienestar de los meridanos.
Y para lograrlo, dijo, su trabajo de 26 meses se basará en diez mandatos, de los cuales el primero es la honestidad. Ofreció que ésta será una administración honesta. “Eso se los juro”, expresó.
Destacó que esa cualidad es importante porque donde no hay honestidad no se respetan las leyes ni se aplican los programas ni se impone el orden.
“Un gobierno honesto es la garantía de que las buenas decisiones, los buenos planes y el mandato de la gente se van a respetar”, expresó.
La ceremonia en que ella y el resto de los ediles rindieron protesta duró 37 minutos, incluyendo su discurso de 19 cuartillas, interrumpido seis veces por aplausos del público.
Al acto, que tuvo como fondo una réplica del Monumento a la Patria —elemento del emblema del nuevo gobierno— no asistió Cinthya Valladares Couoh, la suplente del regidor panista Víctor Hugo Lozano Poveda, quien renunció al cargo. Con los ediles se sentaron los representantes de los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo: Ivonne Ortega, Angel Prieto y Mauricio Sahuí, respectivamente.
Entre los asistentes estuvieron el gobernador de Quintana Roo, Félix González, y el candidato priista a sucederlo, Roberto Borge; el líder nacional de la CNOP, Emilio Gamboa; la alcaldesa de Naucalpan, Azucena Olivares, y sendos representantes de los líderes del PRI y el PVEM, Beatriz Paredes y Jorge Emilio González, respectivamente, así como ex alcaldes, legisladores del PRI, presidentes de cámaras —entre ellos Jorge Manzanilla, de la Canacome— y casi todos los funcionarios estatales de primer nivel.
No se vio a enviados de la Iglesia Católica ni a la ex gobernadora Dulce María Sauri.
En el público abundaron empleados estatales y municipales. Algunos de los primeros dijeron que les ofrecieron un día de descanso si asistían al evento, y los segundos afirmaron que sus nuevos jefes les ordenaron ir.
Todos libraron varias vallas metálicas y se apretujaron en los corredores de los palacios de gobierno y municipal y las calles 61 y 62, donde hubo empujones al salir después de la ceremonia.
En el lugar hubo ambulancias, carros de bomberos y otros vehículos de apoyo; vigilancia de dos cuerpos policíacos —incluyendo agentes de civil—, una batucada, 50 fuegos de artificio, puestos de artesanías, gente con camisas rojas, siete toldos y carpas, traducción para sordomudos, un ballet infantil y transmisión “en vivo” en tres canales de TV y varias radiodifusoras.
Además de rendir protesta, Angélica Araujo puso a votación su primera decisión: el nombramiento del secretario de la Comuna, Santiago Altamirano, aprobado por unanimidad, pero por confusión ella dijo que el acuerdo fue “por mayoría”.
Otros mandatos que, dijo, guiarán su labor son: cercanía con la gente, responsabilidad y sensibilidad social, profesionalismo y austeridad.
“Los recursos de este gobierno se invertirán donde más sirvan a la gente, nunca donde sirvan a privilegios o burocracias”.
El sexto es la eficacia —“esta será una administración de resultados desde el primero hasta el último día”—, el séptimo el diálogo, y el octavo la firmeza.
“Hablando de firmeza, este gobierno, lo digo sin empachos, seguirá el ejemplo de Ivonne Ortega en materia de seguridad y paz pública”.
Los dos últimos mandatos son la humildad y servicio con liderazgo.
Vestida de blanco, con cinturón negro, Angélica Araujo también expresó que no se mareará con el poder y reiteró sus promesas de campaña: rescatar el Centro Histórico, acabar con la pobreza, nueva “ingeniería vial” y un transporte de calidad.
También integrar las comisarías al desarrollo —las dotará de ambulancias—, crear “miles de empleos”, mejorar las viviendas, reordenar los mercados, modernizar la Central de Abasto y Abastos de Mérida, así como mejorar la recolección de basura y los demás servicios públicos.
“A ustedes les entrego mi promesa y mi juramento de que sabré cumplir y sabré estar a la altura”, subrayó la funcionaria.
Angélica Araujo se autodefinió como “ una mujer que ha luchado por abrirse camino en la vida”.
Como todas las mañanas a las 7 en punto, Santos Vicente Kumul Chan y Juan Jesús Mena Tec, oficiales de la Policía Municipal de Mérida (PMM) adscritos a la vigilancia del Ayuntamiento, abrieron las puertas del Palacio Municipal.
Esta vez no entró la misma gente, pues llegaron numerosas personas que los oficiales no conocían, y los acostumbrados ¿qué tal licenciado? ¿cómo le va contador? fueron cambiados por un ¡buenos días! muy formal.
Desde temprano la calle 62 fue cerrada al tránsito y varios trabajadores se dieron a la tarea de instalar tarimas para la ceremonia y festejo de la noche.
Minutos después de las 8 a.m. la alcaldesa Angélica Araujo Lara llegó al Palacio Municipal. Llevaba un vestido color rosa de una sola pieza, cinturón de la misma tela y zapatos grises.
¡Angélica! ¡Felicidades, llegaste!, le gritó un espontáneo meridano que pasaba por ahí.
¡Gracias! ¡Gracias!, contestaba ella mientras se dirigía a la entrada principal del Palacio Municipal acompañada de los nombrados directores de Gobierno y Comunicación Social, Gaspar Quintal Parra y Julián Colonia Várguez, respectivamente.
Como primer acto de la mañana, la alcaldesa se reunió con el equipo de transición y con quienes fueron nombrados en las direcciones, en calidad de representantes hasta que el Cabildo los ratifique.
Angélica Araujo anunció que en los próximos días recorrerá las dependencias del Ayuntamiento para escuchar las inquietudes de los trabajadores de viva voz y presentar a los nuevos titulares, en caso de cambio.
En entrevista, la edil declaró que es lamentable la omisión de los regidores en las invitaciones a la toma de protesta, y dijo que ya les había ofrecido disculpas y esperaba que estuvieran ahí.
“Hoy es un día muy especial en mi vida, en lo profesional, en lo personal, y espero que sea trascendente para todos los meridanos, para mi familia, para mi equipo, para todos”, añadió.
Sendas visitas a la Facultad de Ingeniería, para felicitar a los ingenieros en su día, y al Frente Único de Trabajadores del Volante, para celebrar los 74 años de esa agrupación, fueron sus primeras actividades externas, y en ambas estuvo acompañada de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.
Pasado el mediodía, Angélica Araujo sostuvo una reunión privada con los representantes de su gabinete para enterase de cómo marchaban las cosas el primer día y de avisos climáticos y de atención ciudadana.
Pasada la una de la tarde, la presidenta municipal regresó a su casa, donde comió con su familia, pues no había desayunado nada, y a prepararse para la ceremonia de la noche cuando oficialmente tomó posesión. De este acto informamos en la página 5