Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
Naciones Unidas.- Naciones Unidas condenó hoy los tres atentados con explosivos contra fieles en iglesias en la ciudad de Surabaya (isla de Java), que causaron al menos 13 muertos y más de treinta de heridos, y expresó su consternación por el uso de niños.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se pronunció sobre los ataques ocurridos este domingo, en el peor hecho de este tipo ocurrido en el archipiélago asiático desde que una serie de atentados con bomba en la Nochebuena de 2000 en varias ciudades terminara con la vida de 18 personas e hiriera a cerca de 100.
Según un comunicado de prensa de su portavoz, Stéphane Dujarric, Guterres está consternado por los reportes de que niños fueron usados para participar en los atentados.
El jefe de la Policía Nacional Tito Karnavian, en declaraciones recogidas por el medio local Viva, responsabilizó de los ataques a una familia indonesia que regresó de Siria, incluidos dos hijos de 18 y 16 años y dos hijas de 12 y 9 años.
Los ataques suicidas, reivindicados por el yihadista Estado Islámico (EI), tuvieron lugar de forma sucesiva en la misa del domingo en una iglesia protestante, una católica y una pentecostal en la segunda mayor ciudad del país asiático, de mayoría musulmana.
El secretario general expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación de los heridos.
Asimismo, reiteró el apoyo de Naciones Unidas al Gobierno y el pueblo de Indonesia en sus esfuerzos por combatir y prevenir el terrorismo y la violencia extremista, mediante la promoción de la pluralidad, la moderación y la tolerancia, entre otras cosas.
Indonesia, un país de mayoría musulmana donde el 88 por ciento de los más de 260 millones de habitantes practica una forma moderada del islam, declara la máxima alerta las semanas antes del ramadán, que comienza dentro de dos días, porque son fechas elegidas por los yihadistas para cometer atentados.
Este país asiático ha sufrido varios ataques yihadistas, entre ellos uno perpetrado en la turística isla de Bali en 2002, con 202 muertos.
Naciones Unidas.- Naciones Unidas condenó hoy los tres atentados con explosivos contra fieles en iglesias en la ciudad de Surabaya (isla de Java), que causaron al menos 13 muertos y más de treinta de heridos, y expresó su consternación por el uso de niños.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se pronunció sobre los ataques ocurridos este domingo, en el peor hecho de este tipo ocurrido en el archipiélago asiático desde que una serie de atentados con bomba en la Nochebuena de 2000 en varias ciudades terminara con la vida de 18 personas e hiriera a cerca de 100.
Según un comunicado de prensa de su portavoz, Stéphane Dujarric, Guterres está consternado por los reportes de que niños fueron usados para participar en los atentados.
El jefe de la Policía Nacional Tito Karnavian, en declaraciones recogidas por el medio local Viva, responsabilizó de los ataques a una familia indonesia que regresó de Siria, incluidos dos hijos de 18 y 16 años y dos hijas de 12 y 9 años.
Los ataques suicidas, reivindicados por el yihadista Estado Islámico (EI), tuvieron lugar de forma sucesiva en la misa del domingo en una iglesia protestante, una católica y una pentecostal en la segunda mayor ciudad del país asiático, de mayoría musulmana.
El secretario general expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación de los heridos.
Asimismo, reiteró el apoyo de Naciones Unidas al Gobierno y el pueblo de Indonesia en sus esfuerzos por combatir y prevenir el terrorismo y la violencia extremista, mediante la promoción de la pluralidad, la moderación y la tolerancia, entre otras cosas.
Indonesia, un país de mayoría musulmana donde el 88 por ciento de los más de 260 millones de habitantes practica una forma moderada del islam, declara la máxima alerta las semanas antes del ramadán, que comienza dentro de dos días, porque son fechas elegidas por los yihadistas para cometer atentados.
Este país asiático ha sufrido varios ataques yihadistas, entre ellos uno perpetrado en la turística isla de Bali en 2002, con 202 muertos.