GUADALAJARA, Jalisco.- En los penales de Puente Grande no hay tiempo para contingencias de salud, sólo hay celebraciones.
El empresario Horacio Servín Martínez, detenido desde diciembre pasado por un presunto fraude por mil 588 millones de pesos, fue captado en una convivencia con bebidas embriagantes.
Apenas el 9 de abril, el accionista de Fábrica de Sulfato El Águila promovió el Amparo 242/2020 para solicitar su libertad bajo caución por posibles riesgos a su salud por el nuevo coronavirus, ya que tiene un padecimiento autoinmune.
La propia Comisaría de Prisión Preventiva rindió un informe ante el juez federal, recomendando su aislamiento domiciliario porque padece una enfermedad ocular.
Pero el sábado pasado, Servín Martínez estuvo con otros cuatro reclusos en un módulo exclusivo del Reclusorio Preventivo sin acatar las recomendaciones de sana distancia.
Pero no solo los varones se divierten. Ayer, se reveló un video sobre una albercada que fue organizada por la dirección de Reinserción Social, a cargo de Antonio Pérez Juárez, el pasado 30 de marzo en el penal de mujeres, ya cuando se había ordenado el distanciamiento social por el coronavirus.
En las imágenes se aprecia cómo las reclusas arrojan a una alberca a quien las internas sólo conocen como la licenciada Eurídice, así como un hombre identificado como Raúl, escolta de la directora del penal, María del Carmen Fernández.
Según las fuentes consultadas, Eurídice es funcionaria de otra área de la dirección de Reinserción, pero constantemente ingresa a dicho reclusorio y se encarga de organizar eventos como éste.
Además, los traslados de internas a reclusorios varoniles persisten: este viernes y sábado cerca de 60 de ellas fueron llevadas al Reclusorio Metropolitano.
Luego de que se difundieran estos casos, la Coordinación general de Seguridad Estratégica resolvió suspender por tiempo indefinido al director del Reclusorio Preventivo y al Jefe de Custodios.
