Un día después del arranque oficial de la fase 3 de la
pandemia de COVID-19, declarada por autoridades federales de Salud, cientos de
campesinos originarios de distintas comunidades rurales de Oaxaca pernoctaron
en las calles del Centro Histórico de la capital del estado, con la esperanza
de recibir una ficha para poder cobrar el apoyo federal de Procampo.
Los pobladores que durmieron formados en la calle, esperan
que las instituciones bancarias abran sus puertas para poder recibir estas
fichas y así poder cobrar este programa federal. La mayoría son
provenientes de comunidades indígenas como Peñoles, Ejutla de Crespo, Sola de
Vega y otras de la región Sierra Sur, ubicadas a cientos de kilómetros de la
capital.
Las aglomeraciones y largas filas, que daban vueltas a las
sucursales bancarias, comenzaron a observarse en la capital de Oaxaca desde el
pasado lunes, el primer día en el que se decretó el uso obligatorio de
cubrebocas en todo el territorio estatal a causa del aumento de contagios de
COVID-19.
Ese día, elementos de Protección Civil pedían a los
asistentes guardar la Sana Distancia, entregaron los medicamentos y
enseñaron a los pobladores, la mayoría de la tercera edad, a usarlos.
Ese mismo lunes, tras un recorrido por la ciudad, cientos de
campesinos no habían alcanzado dicha para ser atendidos en los bancos y por
tanto se les había solicitado volver a sus comunidades y regresar a cobrar el
apoyo federal otro día.
Ayer martes, las filas y aglomeraciones volvieron a
presentarse en el centro de la ciudad y según reportes de las personas,
eran hasta tres horas las que debían esperar para poder acceder a los programas
federales. Incluso se registraron mareos y desmayos a causa del calor.
Pese a que elementos de corporaciones de seguridad dieron
indicaciones a los presentes y recordaron la implementación de las medidas para
mitigar el contagio del virus, las aglomeraciones continuaron. Estas también se
presentaron en otras ciudades del estado, como San Juan Bautista Tuxtepec.
Ayer, los campesinos decidieron pasar la noche a la
intemperie en espera de que se les entregue la ficha correspondiente y puedan
cobrar el apoyo de Procampo. Antes de las 08:00 horas, la fila de
personas dormidas y aglomeradas le daba una vuelta a la cuadra. Y aunque
algunos trataban de mantener espacios de un metro, otros se durmieron sin
observar la distancia.
Estas aglomeraciones de personas que se han registrado desde
el lunes, han causado inconformidad de vecinos y personas de la ciudad, que
cuestionan que mientras el gobierno federal insta a los pobladores a
quedarse en casa, no se tomen las medidas necesarias para que los campesinos no
se expongan al contagio en la capital, donde se concentran los casos, y
lleven el virus a sus comunidades, muchas de ellas con servicios de Salud
precarios.
Ayer martes, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), al
confirmar 72 casos positivos y ocho defunciones por COVID-19, advirtieron que
en esta fase de la pandemia se espera una escalada de contagios del nuevo
coronavirus, por lo que más pacientes podrían requerir atención médica e
inhibición, lo que podría saturar la capacidad del sector Salud.
Ya declarada la fase 3 de la pandemia, oaxaqueños de diferentes comunidades rurales distantes a la capital, como Peñoles, Ejutla y otras de la región Sierra Sur, pernoctaron a las afueras de bancos para poder recibir una ficha y así poder cobrar su apoyo federal de Procampo.