Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
El bebé nació con fractura craneal, hematomas y un cúmulo de sangre entre el cráneo y la piel, declaró la CNDH.
Debido a una mala atención por parte del personal del Hospital de Gineco-Obstetricia ‘Luis Castelazo Ayala’, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), un recién nacido de la CDMX tuvo daños neurológicos y lesiones en agosto de 2017.
De acuerdo a la investigación realizada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el bebé padece de daños neurológicos y alteración del movimiento de las cuatro extremidades lo cual “puede provocarle afectaciones en la función del lenguaje y a nivel cognitivo”.
De acuerdo a lo narrado por la madre del menor, quien también fue víctima de violencia obstétrica, luego de ingresar al hospital para dar a luz, le dieron medicamentos para facilitar la dilatación, sin embargo no le funcionaron como debían.
Los dolores aumentaban su intensidad, por lo que solicitó a los doctores que le practicaran una cesárea, la cual fue negada con el argumento de que el parto natural sería lo mejor.
“Un médico del Hospital tomó una pinza y un cómodo para realizar el rompimiento de la fuente e introdujo su mano y con la otra presionó su abdomen hacia abajo, dándole la indicación de que pujara, repitiendo dicha acción varias veces” menciona la investigación de la CNDH.
Posteriormente el personal le indico que, debido a que el bebé había cambiado de posición, sería imposible el parto natural y fue llevada al quirófano para practicarle la cesárea. Cuando los médicos lograron extraer al bebé, éste no lloró por lo que fue trasladado a terapia intensiva.
Fue entonces que le avisaron a un familiar de la mujer que el recién nacido tuvo una crisis convulsiva debido a una inflamación en el cerebro, presentaba fractura craneal, hematomas y un cúmulo de sangre entre el cráneo y la piel, los cuales le causaron que entrara en un estado de alta gravedad.
Debido a esto, el bebé tuvo que ser internado en la Unidad Médica de Alta Especialidad, del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional, Siglo XXI.
Entre las medidas que la CNDH recomendó tomar a las autoridades del hospital, figura la reparación integral del daño provocado a la madre y al menor, así como registrarlos en el Registro Nacional de Víctimas para que se les proporcione atención psicológica profesional y atención médica especializada de por vida, al menor incluyendo la provisión de los medicamentos que necesite.
Ante la recomendación, el IMSS respondió que cumplirá con lo solicitado y que ya ha tomado medidas preventivas como la capacitación del personal institucional en materia de derechos humanos con apego a las normas nacionales e internacionales con el fin de evitar que se repitan este tipo de incidentes.
El bebé nació con fractura craneal, hematomas y un cúmulo de sangre entre el cráneo y la piel, declaró la CNDH.
Debido a una mala atención por parte del personal del Hospital de Gineco-Obstetricia ‘Luis Castelazo Ayala’, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), un recién nacido de la CDMX tuvo daños neurológicos y lesiones en agosto de 2017.
De acuerdo a la investigación realizada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el bebé padece de daños neurológicos y alteración del movimiento de las cuatro extremidades lo cual “puede provocarle afectaciones en la función del lenguaje y a nivel cognitivo”.
De acuerdo a lo narrado por la madre del menor, quien también fue víctima de violencia obstétrica, luego de ingresar al hospital para dar a luz, le dieron medicamentos para facilitar la dilatación, sin embargo no le funcionaron como debían.
Los dolores aumentaban su intensidad, por lo que solicitó a los doctores que le practicaran una cesárea, la cual fue negada con el argumento de que el parto natural sería lo mejor.
“Un médico del Hospital tomó una pinza y un cómodo para realizar el rompimiento de la fuente e introdujo su mano y con la otra presionó su abdomen hacia abajo, dándole la indicación de que pujara, repitiendo dicha acción varias veces” menciona la investigación de la CNDH.
Posteriormente el personal le indico que, debido a que el bebé había cambiado de posición, sería imposible el parto natural y fue llevada al quirófano para practicarle la cesárea. Cuando los médicos lograron extraer al bebé, éste no lloró por lo que fue trasladado a terapia intensiva.
Fue entonces que le avisaron a un familiar de la mujer que el recién nacido tuvo una crisis convulsiva debido a una inflamación en el cerebro, presentaba fractura craneal, hematomas y un cúmulo de sangre entre el cráneo y la piel, los cuales le causaron que entrara en un estado de alta gravedad.
Debido a esto, el bebé tuvo que ser internado en la Unidad Médica de Alta Especialidad, del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional, Siglo XXI.
Entre las medidas que la CNDH recomendó tomar a las autoridades del hospital, figura la reparación integral del daño provocado a la madre y al menor, así como registrarlos en el Registro Nacional de Víctimas para que se les proporcione atención psicológica profesional y atención médica especializada de por vida, al menor incluyendo la provisión de los medicamentos que necesite.
Ante la recomendación, el IMSS respondió que cumplirá con lo solicitado y que ya ha tomado medidas preventivas como la capacitación del personal institucional en materia de derechos humanos con apego a las normas nacionales e internacionales con el fin de evitar que se repitan este tipo de incidentes.