Los comicios del domingo en Mérida demuestran que los partidos políticos, pese a sus presupuestos millonarios, no han podido atraer nuevos electores en los últimos tres años.
Según un análisis elaborado por el Diario a partir de estimaciones de lo que serían los resultados electorales definitivos en el municipio — si no proceden las impugnaciones de la oposición —, el número de votantes disminuyó notoriamente entre 2007 y 2010, aunque aumentó el listado nominal En ese lapso, el padrón electoral creció en 38,616 ciudadanos, pero la votación disminuyó sensiblemente en números absolutos.
En 2007 la votación total ascendió a 334,111, pero ésta bajó a 313,662 votos el domingo, una caída de 20,449 sufragios, pese al aumento de los empadronados.
El índice de participación en Mérida el 16 de mayo fue de 55%, según cifras del Ipepac, casi igual al registrado en 2009, en las elecciones federales, que suelen ser menos atendidas por los electores. En cambio, en 2007 la participación ciudadana se elevó a 62.8 por ciento.
Eso muestra que no obstante los cuantiosos recursos invertidos en las campañas, el número de votantes no ha variado sustancialmente en los últimos años en Mérida: Votan los mismos, pero algunos, a veces, cambian de partido.
De acuerdo con el análisis de este periódico, el PRI y su aliado el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) habrían ganado la alcaldía de Mérida gracias a un aumento de 8,061 votos obtenidos en las últimas elecciones municipales. En 2007 ese partido registró 147,296 sufragios y en 2010, 155,357.
Sin embargo, este crecimiento de la votación del PRI no es constante. En las elecciones federales de julio de 2009, la alianza PRI-PVEM obtuvo 166,851 votos. Es decir, en menos de un año, esos partidos, aunque le ganaron al PAN, perdieron en conjunto 11,494 sufragios
Según el análisis del Diario, que toma en cuenta una estimación de lo que serían los resultados definitivos de los comicios del 16 de mayo —no las previsiones del PREP —, en 2007 ese partido ganó las elecciones para la alcaldía de Mérida con una votación de 149,040 sufragios, apenas 1,744 más que los obtenidos por el PRI. Tres años después, esa votación habría disminuido a 141,111 votos, una caída de 7,929 sufragios.
Aunque evidentemente se trata de una baja, esa votación representa un sólido aumento respecto de la registrada por Acción Nacional en las elecciones federales de julio. En esa ocasión, los candidatos del PAN obtuvieron 110,615 votos en los dos distritos electorales de la ciudad, mientras PRI y PVEM contabilizaron 166,851.
Un año después, el PAN, aunque perdería la elección municipal, incrementaría su votación en 30,496 sufragios, el 27.5%, un aumento porcentual que no se ha visto en otras comparaciones entre comicios municipales y federales de Mérida.
Esta cantidad de votos y los acumulados por el PRI el domingo muestran también el carácter bipartidista de la política meridana y el estancamiento y declive de las otras opciones políticas. El PRD en Mérida, con Eduardo Sobrino Sierra como candidato, pulverizó la presencia de ese partido en la ciudad al disminuir su votación de 6,483 a 2,611 votos, entre 2007 y 2009.
Por su parte, el Partido del Trabajo y Convergencia obtuvieron juntos 4,885 votos en 2010, una mínima cantidad respecto de lo registrado por ellos en la coalición “Todos somos Yucatán” en 2007, que anotó 21,139 sufragios a favor de la ex panista Silvia López Escoffié.
El Panal, el partido al servicio del SNTE, tampoco es una alternativa política para la ciudad. El domingo cosechó 2,621 votos, apenas 297 más que en 2007.
Por estos datos, todo parece indicar que la lucha electoral seguirá cerrada entre PRI y PAN, a juzgar también por los resultados preliminares de los comicios de diputados locales.
En Mérida el PAN conservaría los distritos IV y V, con ventajas, al parecer irreversibles de 1,700 a 2,500 votos. En dos distritos más el PRI conserva una apretada ventaja sobre Acción Nacional, que todo indica se mantendrá, siempre que no se invaliden casillas como pide el PAN. Se trata de los distritos II de Mérida, donde la diferencia a favor del PRI es de 642 sufragios, y el XIV, con sede en Tixkokob, con una diferencia de 754.
En el caso del distrito V, el candidato priista perdedor serían Omar Corzo Olán, ex dirigente estudiantil e incondicional de Nerio Torres Arcila, desde los tiempos de éste como presidente de la FEU.
En el IV el candidato perdedor sería Javier Osante Solís, también ex dirigente estudiantil de la Facultad de Ingeniería y ex secretario de la Juventud.