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BEIRUT, Líbano (AP).— Imágenes propagandísticas publicadas por el grupo extremista Estado Islámico (EI) muestran supuestamente a insurgentes colocando explosivos y volando el templo de Baalshamin, con 2,000 años de antigüedad, en la histórica ciudad de Palmira.
Las imágenes, publicadas ayer en redes sociales por seguidores del grupo, mostraron a milicianos que llevaban barriles cargados con explosivos y colocándolos dentro del templo.
Otras imágenes mostraban contenedores conectados con alambres adosados a las paredes y columnas del templo. Una más retrata una nube de humo gris saliendo del templo y luego otra del edificio reducido a un montón de escombros. Un texto que acompañaba a las fotografías decía: “La completa destrucción del templo pagano de Baalshamin”.
La Associated Press no pudo verificar las imágenes de forma independiente. Sin embargo, se hicieron públicas de la misma forma que otra propaganda del grupo y llevaban incorporado el logo que suele utilizar en la ciudad de Palmira, en la provincia de Homs, en el centro de Siria.
Un crimen de guerra
Las imágenes se corresponden también con informaciones previas de la AP. Un residente de Palmira había dicho a la AP que el templo fue destruido el domingo, un mes después de que militantes lo llenasen de trampas con explosivos.
La Unesco, la agencia de la ONU para la educación y la cultura, calificó la destrucción del templo como un crimen de guerra.
El templo, un edificio construido con enormes bloques de piedra de varios pisos, tenía seis enormes columnas al frente y estaba consagrado al dios de la lluvia y las tormentas. Formaba parte de un complejo de la época romana en el que hay otros templos dedicados a diosas y dioses, entre ellos el más grande y de mayor antigüedad conocido como Templo de Bel. Expertos y residentes temen que el grupo destruya otras ruinas.
El grupo extremista Estado Islámico, que ha impuesto su violenta interpretación de la ley islámica en el territorio que controla, en el que ha declarado un califato, dice que esos vestigios antiguos promueven la idolatría. En el vecino Irak ya destruyó varios recintos y se cree que ha vendido reliquias saqueadas de los templos.
El grupo de apoderó de la antigua ciudad de Palmira en mayo.