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Subastan una muñeca “para adultos” por 16.000 euros. FOTO: AFP
Un inusual y moderno prostíbulo ha sido inaugurado en Inglaterra y las sexoservidoras son nada más y nada menos que hermosas muñecas inflables.
En los últimos años, la demanda de estas muñecas ha aumentado y han pasado a ser más que un juguete sexual para algunas personas. Este giro comenzó hace un año un Barcelona y ha sido un éxito.
A pesar de tratarse de un cuerpo femenino, no sólo han sido parte del disfrute de los cabelleros, si no que ha sido un gusto compartido por parejas.
Las personas que adquieren este “gustito” son de buen poder adquisitivo, ya que estas muñecas rondan en los 2,800 dólares, motivo por el cual surgió la idea de este negocio.
Crónica, el establecimiento cuenta con recámaras con cama tamaño matrimonial, preservativos, lubricantes y la “muñequita deseada”.
El propietario del lugar asegura que las personas que manejan el negocio tradicional se sienten amenazadas ante el auge de esta modalidad.
Subastan una muñeca “para adultos” por 16.000 euros
Una muñeca poco común de la corte de Luis XVI, con senos prominentes y un sexo marcado bajo su falda de tafetán, alcanzó en subasta este viernes los 16.000 euros, indicó la casa de remates Ivoire de Lyon (este de Francia).
Este objeto curioso de 36 cm de alto, fabricado para el círculo de cortesanos y destinado a la educación sexual de los jóvenes de la corte, tenía una estimación de entre 2.000 y 5.000 euros.
Estas muñecas, juguetes para adultos que representan el espíritu y la moda del fin del Antiguo Régimen, fueron dispersadas o se perdieron con la Revolución.
Subastan una muñeca “para adultos” por 16.000 euros. FOTO: AFP
"Se trata de una muñeca fuera de norma. Este tipo de objetos no atraviesa los siglos generalmente", explicó a la AFP Rémy Rousselot, de la casa de subastas.
François Theimer, autor de un libro de referencia sobre la materia, "Las muñecas reales en tiempos de la corte de Luis XVI", detalla sólo unas treinta piezas similares. Cuenta que una de las mayores colecciones, de una coleccionista estadounidense, terminó destruida por un incendio.
