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Un nuevo atentado contra la Iglesia en Nicaragua ocurrió este domingo, cuando paramilitares dispararon contra el vehículo en que viajaba el Obispo de Estelí, Mons. Abelardo Mata, cuando regresaba de celebrar una Misa.
El diario La Prensa informó que el ataque ocurrió en un retén de la policía en la localidad de Nindirí.
“Al llegar a ese retén las turbas orteguistas persiguieron a Mata, lo bajaron y empezaron a insultarlo, quebraron los vidrios de las ventanas del vehículo” y tiraron púas para reventar las llantas. “Todo pasó en presencia de policías encapuchados, según videos compartidos en redes sociales”, indicó.
El Obispo logró resguardarse junto con el chofer en una casa que fue rodeada por simpatizantes del presidente Daniel Ortega, y que lanzaron arengas contra el Prelado por más de hora y media.
Mons. Mata pudo salir de la vivienda gracias a la intervención de la Arquidiócesis de Managua, que intermedió para que el Gobierno enviara al comisionado general Ramón Avellán para que garantizara la integridad física del obispo, que regresó a la Diócesis de Estelí por la noche.
El Obispo de Estelí es uno de los mediadores y testigos en el diálogo nacional entre el Gobierno y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
Los obispos de Nicaragua expresaron su solidaridad con Mons. Mata. A través de la cuenta de Facebook de la Arquidiócesis de Managua, el Cardenal Leopoldo Brenes agradeció a todos los que se preocuparon por el Obispo de Estelí.
“Pido de todo corazón que sigamos orando intensamente por los obispos y sacerdotes para que puedan cumplir la misión encomendada bajo la protección de Nuestra Señora del Carmen”, expresó el Purpurado.
Paramilitares ingresan a casa cural
A través de las redes sociales, el Cardenal Brenes también denunció el domingo que “policías y paramilitares ingresaron a la casa cural de Catarina” para llevarse “algunas pertenencias de la parroquia y del Pbro. Jairo Velásquez, quien se encuentra asustado por la actitud de estas personas”.
El Arzobispo indicó que el P. Velásquez se encuentra bien y no ha sido detenido. Sin embargo, reiteró su llamado al Gobierno y jefes de policías para que detengan “los ataques en contra de la población”, y para que se respeten “los templos y casas parroquiales y artículos personales de los sacerdotes que se usan en labor humanitaria”.
Fuente Aciprensa