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Luego de su presentación ante estudiantes de la UNAM en Ciudad Universitaria (el pasado 28 de noviembre), la aspirante presidencial María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, obtuvo una peculiar adhesión a su nominación electoral, la del tres veces candidato a la Presidencia de la República, Cuauhtémoc Cárdenas, quien llamó a la sociedad civil a aportar su firma para que la médico tradicional, propuesta por el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, alcance su registro formal.
Quien fue considerado líder moral del Partido de la Revolución Democrática desde su fundación hasta la renuncia a su militancia (en 2014), explicó en entrevista que “el Congreso Nacional Indígena, y su portavoz, Marichuy, deben contar en este momento con la mayor visibilidad posible, no sólo para que ella obtenga el registro como candidata ciudadana a la Presidencia de México, sino porque el mensaje que están llevando a todo el país hace visibles los problemas que viven los pueblos originarios, que vienen arrastrando injusticias por siglos”.
Cárdenas recordó que el CNI no sólo aglutina a pueblos indígenas de las zonas bajo control de la guerrilla zapatista en Chiapas, sino “a pueblos de todo el país, y es muy importante que todo el mundo haga consciencia de estas injusticias, y de la necesidad de que estos pueblos alcancen condiciones de desarrollo con dignidad, y de oportunidades de progreso equivalentes a las de aquellos sectores que efectivamente gozan de esas oportunidades”.
Entre estos problemas, planteados por Marichuy y el movimiento indígena, Cárdenas destacó “los problemas agrarios que subsisten, y que hace mucho tiempo tendrían que haberse atendido. Hay problemas graves de despojo en muchas partes del país, cometidos en complicidad con autoridades corruptas; y en los territorios de los pueblos originarios donde no necesariamente se han cometido despojos hay otros problemas, en algunos casos, no digo que en todos, como las afectaciones ambientales que generan estas actividades extractivas”.
Incluso, destacó, “estas demandas que está planteando el Consejo Indígena de Gobierno deberían ser incorporadas en las propias, desde ahora, por los distintos partidos y candidatos, porque me parece que son demandas más que justas”.
–¿Usted llama a votar por Marichuy, o a que la agenda del Consejo Nacional Indígena sea absorbida por el resto de los aspirantes? –se le consulta.
–Primero –responde–, vamos a ver si Marichuy logra su registro. Es muy importante que se logre su registro como candidata. Pero es muy importante que haya coincidencia en que estas demandas sean atendidas, independientemente de quién y cómo se gane la elección de 2018.
La participación del movimiento indígena en el debate y proceso electoral, añadió, debe obligar a los mismos partidos y candidatos a “pensar seriamente en los problemas planteados durante las pláticas de San Cristóbal, establecidas luego en los Acuerdos de San Andrés, cuyo cumplimiento quedó pendiente en los términos en los que fueron pactados con los zapatistas, ya que fueron distorsionados por el Poder Legislativo”.
En Chiapas, subrayó, persiste hasta la fecha “un estado de guerra declarado entre el EZLN y el gobierno de la República, y aunque existe suspensión de hostilidades, el estado de guerra sigue vivo legalmente. Si en su momento se hubieran respetado los acuerdos de San Andrés, se hubiera dado el paso siguiente para llegar a acuerdos de paz definitivos, y para llevar a esa solución definitiva, hace falta cumplir esos acuerdos establecidos previamente”.
–¿Cuál es su postura en torno al zapatismo?
–Yo hace mucho tiempo, años ya, que no tengo un contacto directo con los zapatistas, que no voy a Chiapas a encontrarme con ellos, pero no tengo problemas con el Ejército Zapatista, y creo, insisto, en que está pendiente el dar solución a los problemas que se plantearon cuando hubieron las conversaciones en San Cristóbal y cuando se dieron los Acuerdos de San Andrés, ese es un pendiente que, institucionalmente, mantiene el gobierno de la República, y ahora, esta iniciativa de buscar una candidatura ciudadana es una iniciativa importante en la vida política del país.
–¿Cuál es su evaluación del resto de los partidos políticos que participarán en la contienda, y de los aspirantes que buscan su registro, tanto los que buscan candidaturas ciudadanas, como partidistas?
–De repente abre uno un diario o ve un espacio de noticias, y lo que se está discutiendo es si la encuesta dice tal o cual cosa, o vemos noticias sobre los conflictos internos en los partidos, pero lo que no veo, lo que no conozco, son sus propuestas. Quien más propuestas tiene en estos momentos es Marichuy.
“Para mí –prosigue–, lo urgente es que conozcamos qué nos proponen los partidos, las coaliciones, y en concreto los que vayan a ser candidatos. Y no sólo que nos señalen que hay que mejorar la educación o elevar la recaudación fiscal, que hay que abatir la inseguridad y la delincuencia. Sino que nos digan cómo, lo importante es que nos digan los cómos, y a quiénes convocarán para atender esos problemas. Esto es lo que no estamos viendo en ninguna de las
propuestas partidarias: los compromisos programáticos”.
Y por el lado de los candidatos ciudadanos, lamentó, “tampoco conozco las propuestas programáticas de esos aspirantes, quizá porque no han tenido la suficiente divulgación”.
Sin embargo, consideró, “me parece grave que sea tan difícil registrar una candidatura ciudadana, sin contar con el respaldo de un partido político. En otros países, se pueden presentar candidaturas con y sin apoyo de partidos, sin tantas dificultades como se han puesto aquí”, debido a las cuales “lo que se está viendo es que las posibilidades de lograr el registro como candidato ciudadano sólo son para unos cuantos”.
Información de Animal Político