Hace exactamente tres años la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco anunció una "nueva era" en el transporte público de Mérida, ofreció poner orden, tarifas justas y acabar con el maltrato al usuario. El servicio tendría una calidad jamás vista.
Incluso, la funcionaria presumió su plan y criticó, desafiante, a los anteriores gobiernos que actuaron con "caprichos" y "titubeos" en ese tema.
Para su propósito, Ivonne Ortega creó un consejo del ramo integrado, entre otros, por representantes del Club de Leones, Coparmex, la Universidad Autónoma de Yucatán, el Instituto Tecnológico, las asociaciones de hoteleros y economistas y de las personas con discapacidad. Y se comprometió a tener en seis meses un Plan Integral de Transporte Estatal.
Regidores del PAN dicen que a la fecha sólo han corrido ríos de saliva y millonarias, y opacas inversiones al respecto. El servicio sigue igual, los 400,000 usuarios siguen padeciendo las deficiencias, el tránsito de la ciudad es un nudo por las 1,793 unidades, muchas de ellas contaminantes, que circulan en rutas desordenadas.
En ese lapso creció el número de automóviles y motocicletas, porque todos quieren un medio cómodo y rápido para moverse. Y la tarifa de adultos subió 20%, de $5 a $6.
El consejo consultivo está inactivo, sólo una mínima parte de estudiantes, adultos mayores y discapacitados tienen la nueva credencial que da derecho a la tarifa especial para ellos, y hace tiempo venció el plazo para que se cumpla la promesa de la alcaldesa Angélica Araujo Lara de reducir a $2.50 la cuota para escolares.
Hasta ahora, según informes del gobierno estatal, se han gastado en el proyecto $102.1 millones, la mayor parte terminó en el bolsillo de los empresarios del ramo.
Esa cifra se desglosa así: en septiembre de 2008 dio a los concesionarios un subsidio de $16. 5 millones; un año después, en agosto de 2009, les entregó otros $43.3 millones; otros $8 millones fueron para elaborar las credenciales que dan derecho a la tarifa especial; $31 millones para instalar los primeros equipos lectores de esas micas en 455 autobuses, y $3.3 millones en las "Becas Emergentes del Transporte".
Los usuarios no reaccionan ante esas cifras enredadas y aplazamiento de compromisos. Quizá por ello la gobernadora sigue lanzando autoelogios cada vez que hace nuevos anuncios, en fechas en que supuestamente debieron alcanzarse metas.
Ejemplo de ello es la instalación de los lectores de credenciales: se ofreció que en enero estarían listos, pero en ese mes apenas se dio el banderazo para colocar 455 aparatos (sólo el 25% del total de las unidades).
Ese día la gobernadora dijo en su discurso: "Hemos soportado críticas injustas y hemos tomado decisiones audaces. Muchos gobiernos le sacaron la vuelta a esta cuestión, pero mi equipo no dio la vuelta al desafío, sino que lo asumió de frente y para dar resultados".
Las cifras oficiales sobre el transporte son un enredo. La confusión se inicia con la estadística de ese servicio y continúa con las inversiones hechas, el número de credenciales y tarjetas bancarias repartidas y la cantidad de "validadores" instalados en los vehículos .
Según Henry Sosa Marrufo, director de Transporte, el sistema está formado por 1,793 vehículos y 507 concesionarios.Los automotores se dividen en 1,367 autobuses y 426 taxis colectivos, y los concesionarios se desglosan en 42 empresas y 465 personas físicas.
Pero otras veces el funcionario dijo que el número de empresas es 84 que cubren 220 rutas.
De los usuarios, hace tres años, cuando se anunció la "nueva era", Henry Rosa informó que eran 400,000, repartidos así: Oriente, 149,000; Poniente, 107,000; Sur, 65,000, y Norte, 79,000.
Esa vez dijo que los vehículos son 1,371 taxis de ruta y de alquiler y 1,281 autobuses.
En septiembre de 2008, cuando se anunció el primer subsidio a empresarios del ramo, se habló de 1,767 unidades de 84 empresas. A esos empresarios, dijo el gobierno, se les autorizó un apoyo de $2,101 por autobús y $1,131 por taxi colectivo.
Hace apenas dos meses comenzó la instalación de "validadores". Esa primera etapa abarcaba 455 unidades, apenas el 25% del total de vehículos (en caso que sean 1,793 unidades), con inversión de $31 millones ($68,000 por cada aparato).
Pero la Alianza de Camioneros de Yucatan ya dijo que instalará una cantidad de equipos cercana a esa: 352, pero pagará $5.280,000 ($15,000 cada uno).
10 marzo 2011
Dudas y enredos en un descuento
Ofrecimientos que aún no se cumplen y promesa disfrazada
Otro ejemplo sobre las dudas y enredos de cifras que corren sobre el transporte de pasajeros es el descuento ofrecido a estudiantes, adultos mayores y discapacitados. Todos ellos esperan la tarifa de $2.50 que se les ofreció.
Ya se emitieron dos tipos de tarjetas, una del gobierno estatal y otra del Ayuntamiento, para dar ese descuento. Pero sólo una mínima parte de los estudiantes la recibió, para tres meses.
-El Ayuntamiento prometió que esa ayuda llegaría a 95,000 usuarios en total, entre estudiantes, discapacitados y personas de la tercera edad -recordó la regidora Lizette Mimenza.
-Ese dato está en el Programa Operativo Anual (POA) respectivo -agregó la funcionaria, quien ya pidió a la Unidad de Acceso a la Información Pública los nombres de quienes ya recibieron ese apoyo.
Sin embargo, la alcaldesa Angélica Araujo Lara ha reiterado que el plan es sólo para 50,000 estudiantes. Y ya declaró que en su campaña como candidata no prometió bajar la cuota de estudiantes sino lograr que éstos paguen menos.
Y eso lo cumple con "Beca Emergente al Transporte": una tarjeta bancaria para dar al estudiante los 50 centavos de diferencia que hay entre la tarifa de $3 vigente y los $2.50.
En total, son $180 por alumno, pues sólo se creó para octubre, noviembre y diciembre de 2010. El cumplimiento de esa meta se prorroga una y otra vez, en su último reporte, de febrero, la Comuna dijo que ya entregó 18,500 micas, apenas 37% de los 50,000 alumnos del padrón. El porcentaje baja a 7% si se compara con los 120,000 alumnos que, según el gobierno estatal, son usuarios.
La regidora Lizette Mimenza duda que ya se hayan repartido 18,500 credenciales.
La historia de ese descuento comenzó en julio de 2008, cuando la gobernadora Ivonne Ortega anunció un "esquema de cupones" para estudiantes, personas con discapacidad y adultos mayores. Después el plan cambió a credenciales especiales y ahora son las tarjetas bancarias del Ayuntamiento.
Las autoridades hicieron a un lado a los adultos mayores y discapacitados y centraron el "apoyo" a los 120,000 estudiantes. A estos se les daría la credencial especial, en cuya elaboración se invirtieron $8 millones, a cargo de la empresa Idear Electrónica, de Guadalajara.
Ya transcurrió un año y dos meses desde que comenzó esa credencialización y todavía no se logra la meta. Recientemente el gobierno estatal dijo que 111,731 educandos ya tienen esas micas, pero el Ayuntamiento ha reiterado que sólo serán 50,000.
A estas alturas resuena una frase de Ivonne Ortega: "Mi gobierno pondrá orden donde hoy tenemos descuido y abandono, el transporte será una fortaleza de Yucatán, nunca más un obstáculo para el dinamismo de nuestra economía ni nuestra gente".