Noticias de Yucatán
El próximo 5 de octubre a las 11 de la mañana se llevará al cabo la presentación del libro “La zarigüeya y su increíble historia”, en el auditorio del Cinestav.
De acuerdo con la autora de libro, la maestra en ciencias Rosario Sosa Parra, directora de la Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán, A.C. (ADAY), este material impreso tiene como objetivo unificar información, dar a conocer y profundizar en la vida, entorno y contexto social de la zarigüeya; principalmente en los temas de la violencia contra esa especie, su nutrición y adaptación evolutiva en el ecosistema, y tiene como eje principal la protección de este marsupial y su hábitat, y los grandes beneficios que reporta al ser humano.
También aclara ciertos mitos que hay entorno a este animal, como son que transmite rabia, que es peligroso y que ataca.
Es una especie que tiene más de 100 millones de años de existencia y sobrevivió a cambios climáticos y extinciones masivas, dijo.
—Es inmune a venenos de arañas, víboras y alacranes, pues tiene una proteína que inhibe esos elementos.
La activista indicó que la tesis de libro, en el cual trabajó poco más de tres años, parte de la siguiente hipótesis: un animal de más 100 millones de años, que se adapta a todo ecosistema o es flexible a los cambios extremos, a enfermedades, virus, venenos de ofidios y de más, posiblemente guarda un secreto evolutivo de supervivencia, el cual puede beneficiar y perfeccionar la resistencia del ser humano ante el riesgo que representa el cambio climático.
—La zarigüeya, en la mitología maya del Popol Vuh, era respetada como la madre prolífica y resistente y está en leyendas de otras culturas prehispánicas, que la consideraban benéfica para el ambiente —comentó.
—Como consumidores de cierta carroña, las zarigüeyas se encargan de tener el medio ambiente limpio de animales muertos; también son importantes controladores en el crecimiento de roedores, víboras e insectos, de modo que son considerados “ingenieros sanitarios del ambiente”.
Al ser consumidores tanto de plantas como de diversos animales, son un buen indicador de la salud total del ambiente; son además valiosos dispersores y transportadores de semillas que tienen una cubierta muy gruesa, con vida latente que puede durar años.
La zarigüeya, al consumirlas, sus jugos gástricos eliminan esa cubierta y al excretarlas, germinan rápidamente.
A pesar de estos beneficios para el ser humano, la experta no recomienda tenerla como mascotas, ya que debe estar en su hábitat para ayudar al ecosistema.
—En la Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán rescatamos a las zarigüeyas lesionadas o huérfanas, las crecemos, las curamos y luego las reubicamos en reservas, sacándolas del medio citadino por los peligros a los que se enfrentan —explicó.
—A través de casi dos décadas de salvar y convivir con este mágico animal, tuve la fortuna de criar a varias y hacerlas embajadoras de su especie ante la gente. Su lapso de vida tan corto —de 3 a 4 años en cautiverio, según mi experiencia— me ha obligado a tener varias zarigüeyas en estos años. Megamedia.
El próximo 5 de octubre a las 11 de la mañana se llevará al cabo la presentación del libro “La zarigüeya y su increíble historia”, en el auditorio del Cinestav.
De acuerdo con la autora de libro, la maestra en ciencias Rosario Sosa Parra, directora de la Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán, A.C. (ADAY), este material impreso tiene como objetivo unificar información, dar a conocer y profundizar en la vida, entorno y contexto social de la zarigüeya; principalmente en los temas de la violencia contra esa especie, su nutrición y adaptación evolutiva en el ecosistema, y tiene como eje principal la protección de este marsupial y su hábitat, y los grandes beneficios que reporta al ser humano.
También aclara ciertos mitos que hay entorno a este animal, como son que transmite rabia, que es peligroso y que ataca.
Es una especie que tiene más de 100 millones de años de existencia y sobrevivió a cambios climáticos y extinciones masivas, dijo.
—Es inmune a venenos de arañas, víboras y alacranes, pues tiene una proteína que inhibe esos elementos.
La activista indicó que la tesis de libro, en el cual trabajó poco más de tres años, parte de la siguiente hipótesis: un animal de más 100 millones de años, que se adapta a todo ecosistema o es flexible a los cambios extremos, a enfermedades, virus, venenos de ofidios y de más, posiblemente guarda un secreto evolutivo de supervivencia, el cual puede beneficiar y perfeccionar la resistencia del ser humano ante el riesgo que representa el cambio climático.
—La zarigüeya, en la mitología maya del Popol Vuh, era respetada como la madre prolífica y resistente y está en leyendas de otras culturas prehispánicas, que la consideraban benéfica para el ambiente —comentó.
—Como consumidores de cierta carroña, las zarigüeyas se encargan de tener el medio ambiente limpio de animales muertos; también son importantes controladores en el crecimiento de roedores, víboras e insectos, de modo que son considerados “ingenieros sanitarios del ambiente”.
Al ser consumidores tanto de plantas como de diversos animales, son un buen indicador de la salud total del ambiente; son además valiosos dispersores y transportadores de semillas que tienen una cubierta muy gruesa, con vida latente que puede durar años.
La zarigüeya, al consumirlas, sus jugos gástricos eliminan esa cubierta y al excretarlas, germinan rápidamente.
A pesar de estos beneficios para el ser humano, la experta no recomienda tenerla como mascotas, ya que debe estar en su hábitat para ayudar al ecosistema.
—En la Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán rescatamos a las zarigüeyas lesionadas o huérfanas, las crecemos, las curamos y luego las reubicamos en reservas, sacándolas del medio citadino por los peligros a los que se enfrentan —explicó.
—A través de casi dos décadas de salvar y convivir con este mágico animal, tuve la fortuna de criar a varias y hacerlas embajadoras de su especie ante la gente. Su lapso de vida tan corto —de 3 a 4 años en cautiverio, según mi experiencia— me ha obligado a tener varias zarigüeyas en estos años. Megamedia.
