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El aumento de la contaminación del manto freático, generado por las granjas y actividades humanas, es un arma de doble filo que a corto plazo traerá más perjuicios que beneficios, advirtió el especialista de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Ismael Mariño Tapia.
Aseveró que en la costa yucateca se dé un mayor arribo de especies marinas de gran tamaño, como el tiburón ballena y las mantarrayas.
Sin embargo, también provocará que sea mayor el riesgo de aparición de la marea roja, cuyo severo daño será para el sistema marino así como también desde el punto de vista socioeconómico, ya que las pérdidas oscilan en millones de pesos.
Con la instalación de la mega-granja porcícola de Homún serán más los perjuicios que los beneficios, al mismo tiempo, ya no conviene poner más sitios similares, ya que el índice de contaminación sería mayúsculo.
Afortunadamente, las condiciones que ahora prevalecen permiten que Yucatán cuente con una alta productividad primaria de captura de especies marinas, pero la riqueza de nutrientes, originado por la contaminación, será un arma de doble filo.
Es decir, por una parte, la captura será mayor ante un aumento del dinamismo de la cadena trófica (alimentaria) pero es alta la posibilidad de aparición de la marea roja, también denominada como hematotalasia, problema que se dispararía con la aparición de un flujo marino de agua fría sobre la plataforma de Yucatán.
“Las bacterias juegan un importante papel al tratar de redistribuir los desechos de los organismos marinos o de los humanos en el ambiente”, acotó al adelantar los primeros resultados del proyecto que realizan como parte del Consorcio de Investigación del Golfo de México (Cigom).
Mariño Tapia explicó que “por una parte, tratar de entender los procesos que originan que la plataforma de Yucatán sea un sitio tan productivo para la pesca; y por otra, comprender las causas de eventos que traen consigo complicaciones ambientales, como las mareas rojas”.
Comentó que uno de los movimientos más importantes de las corrientes es el proceso de surgencia, que ocurre cuando el agua de profundidades de alrededor de 200 metros que está en el Caribe, sube a las zonas más superficiales de la plataforma de Yucatán y lleva consigo una gran cantidad de nutrientes.
Generalmente, los organismos que mueren en el mar se degradan poco a poco, se hunden en el fondo del mar y se convierten en nutrientes que se encuentran a una profundidad en la que la luz no alcanza a llegar.
“La fotosíntesis que hacen los organismos microscópicos no puede ocurrir porque está muy profundo, entonces se va al fondo del mar y ahí se pierde”, acotó.
Cuando ocurre un proceso de surgencia, esta agua rica en nutrientes se eleva a zonas fóticas, es decir, a donde llega la luz.
Por ende, al estar en presencia de la luz y tener disponibilidad de nutrientes, el fitoplancton, el primer componente de la cadena trófica, puede alimentarse y crecer considerablemente.
“Los organismos microscópicos son la base alimenticia de todo el océano. Si esos crecen, va a haber otros que se los comen, y esos otros son el zooplancton, los cuales van a crecer”, subrayó.
Mencionó que cuando crece zooplancton, llegan otros organismos como tiburón ballena y mantas, y se empieza a generar riqueza del ecosistema.
“Eso se desencadena en toda la cadena alimenticia hasta llegar a los peces, que son quienes nosotros aprovechamos como comida”, abundó.
Fuente Tu espacio del sureste