Los ajustes y reacomodos laborales en el Ayuntamiento meridano dieron pie ayer a dos visiones encontradas: una regidora del PAN afirmó que hay despidos “generalizados”, sin respetar antigüedad y base de los empleados, y otro del PRI dijo que sólo se han hecho ajustes mínimos y se respetan los derechos de los trabajadores.
En el primer caso, la panista Lizette Mimenza Herrera afirmó que la nueva administración presiona a los empleados para que presenten renuncias “voluntarias”. Hay 12 personas, afirmó, que han sido “puestas a disposición” de Recursos Humanos.
El prista Álvaro Omar Lara señaló que los ajustes de personal son habituales en todo inicio de gobierno, particularmente en la ocupación de puestos de confianza y en mandos medios.
La regidora Lizette Mimenza Herrera acusó al nuevo gobierno municipal de realizar despidos “generalizados” y de presionar a los empleados para que presenten sus renuncias “voluntarias” y acepten las indemnizaciones que les ofrecen.
A la fecha, agregó, ya se dio de baja a 40 trabajadores, de los que una parte fueron forzados a dejar sus puestos. Además, hay 12 personas que fueron “puestas a disposición”, es decir, ya están fuera de sus oficinas y ahora permanecen en la Subdirección de Recursos Humanos.
La funcionaria dijo que los afectados son hombres y mujeres, de los cuales unos ya estaban de planta, tenían base en sus puestos, y el resto eran de confianza. Ninguno pertenece a los sindicatos de la Comuna.
En el grupo hay trabajadores con antigüedades de diez, quince e incluso más de 20 años, como es el caso, según la regidora, de una secretaria de la Dirección de Desarrollo Urbano, cuyo nombre no quiso revelar porque aquélla no ha firmado su renuncia y lucha por conservar su empleo.
—A los 12 que están “a disposición” se les puede ver en el Ayuntamiento, donde pasan todo el día sin hacer nada —manifestó la edil panista.
—Comprendemos que es necesario que el nuevo gobierno haga cambios de personal, pero no en esta forma.
Los regidores del PRI dieron otra versión del caso: sostuvieron que no hay despidos masivos y que sólo 45 trabajadores fueron reubicados o puestos “a disposición” de Recursos Humanos. Esa cifra, dicen, es reducida en comparación con los 4,075 empleados de base, 1,260 de confianza y 179 eventuales.
Hasta el miércoles pasado, dice esa versión, se había contratado a 83 nuevos empleados. La mayoría ocupa puestos de confianza que dejaron vacantes funcionarios del pasado trienio.
Uno de los trabajadores despedidos es Ricardo Lugo Hernández, quien era coordinador de Relaciones Públicas y Servicios Educativos del Museo de la Ciudad. Relató que es licenciado en Psicología, tiene una maestría en Gestión de Recursos Humanos e ingresó al Ayuntamiento hace seis años.
Durante ese período fue nombrado empleado del mes y ganó la designación de Servidor Público del Año. Recibió ese reconocimiento en un concurso cuya primera fase fue recibir el apoyo de unos 40 trabajadores del Museo de la Ciudad y, posteriormente, en la segunda fase votó por él la mayoría de los 250 empleados de la Dirección de Cultura que eligieron entre seis finalistas. Recibió el premio de manos del titular de esa oficina, Roger Metri Duarte, quien, paradójicamente, es el mismo que ahora lo despidió.
—Me dijo que él fue obligado a ello por tres personas: el director de Gobernación, Gaspar Quintal Parra; la ex regidora del PRI Flor Díaz Castillo y la alcaldesa Angélica Araujo Lara.
—Yo le pedí que me reubicara, pues tengo base, pero él insistió: “Te tengo que correr, son órdenes de arriba”.
También dijo que en la Dirección de Cultura hubo otros movimientos: Guadalupe Estrada Morales fue ascendida de jefa administrativa a subdirectora de esa área, y el esposo de ésta, Joaquín May Bracamontes, pasó de coordinador a jefe del Museo de la Ciudad.
Respuesta priista: Los ajustes, mínimos
Hablan de las altas de personal y de los puestos de confianza
30/07/2010
La fracción de regidores del PRI negó que haya despidos masivos en el Ayuntamiento de Mérida y aseguró, mediante su coordinador, Álvaro Omar Lara, que el gobierno municipal ha respetado y respetará los derechos de los 5,514 trabajadores municipales.
Poco antes, como indicamos en otro lugar de esta misma página, la regidora Lizette Mimenza Herrera acusó al nuevo gobierno municipal de realizar despidos “generalizados” y presionar a los empleados para que presenten renuncias “voluntarias”. Habló de algunos casos específicos.
Durante una entrevista, de la cual se da cuenta en un comunicado, el coordinador de los regidores priistas afirmó que han sido mínimos los ajustes laborales, “por la sencilla razón de que el trabajo con nuestra ciudad no espera y los servicios deben continuar prestándose en tiempo y forma para los ciudadanos a quienes nos debemos”.
Según indicó, sólo 45 trabajadores han sido reubicados o puestos a disposición del área de Recursos Humanos desde el inicio de la gestión de Angélica Araujo Lara.
También aseguró que los regidores han sido informados oportunamente de todos los movimientos de personal, que incluso han sido aprobados por unanimidad ante el pleno.
El edil priista también proporcionó los siguientes datos: del total de trabajadores de la Comuna, 4,075 son empleados de base, 1,260 de confianza y 179 eventuales, con 83 alzas registradas al 28 de julio y 45 personas reubicadas o “puestas a disposición” de Recursos Humanos.
Aseguró que en todos los casos las altas se han realizado en puestos —la mayoría de confianza— que dejaron vacantes ex funcionarios de la anterior administración, que no realizaron la entrega de acuerdo con lo que estipulan los procedimientos de la administración pública.
En el comunicado se indica que Álvaro Omar Lara dejó claro que la política del actual gobierno municipal es incluyente y muestra de ello es la ratificación en sus puestos de los directores de la Policía Municipal, Francisco Calero Reyes, y de Cultura, Roger Metri Duarte, con sus respectivas estructuras organizacionales.
Añadió que los ajustes de personal son habituales en todo inicio de gobierno, particularmente en la ocupación de puestos de confianza y en mandos medios. En otras plazas, continuó, se han dispuestos reubicaciones con base en necesidades específicas y en las prioridades marcadas por los programas de trabajo de cada una de las áreas. “Desde su propuesta de campaña, la arquitecta Angélica Araujo estableció que iba a trabajar con la estructura laboral del Ayuntamiento de Mérida siempre y cuando ésta estuviera dispuesta a ayudarla en el cumplimiento de los compromisos de trabajo”, puntualizó el regidor.